Según el PNV, la presencia de ETA “ha sido y es un obstáculo para el desarrollo pleno” del pueblo vasco. “Sus cincuenta años de historia sólo han traído sufrimiento y dolor, incluso en su propio mundo”, afirma el manifiesto, hecho público hoy.

El partido que lidera Iñigo Urkullu sostiene que “la desaparición definitiva de ETA como amenaza latente es la gran esperanza de la sociedad vasca” y “permitirá abrir una nueva etapa de convivencia y reconciliación, desde el reconocimiento del mal cometido y el respeto democrático a la pluralidad de la sociedad vasca”.

En cuanto a la izquierda abertzale “que quiere hacer política”, el PNV aplaude los pasos que ha dado. “Bienvenidos a la confrontación política de programas, ideas y proyectos. Bienvenidos a la realidad. Si es así, ¡ya era hora!”, le dice.

No obstante, el PNV le advierte de que no espere “ningún recibimiento especial”, pues llegan con un “retraso de más de treinta años” que “tienen que saber superar”.

En su manifiesto, el PNV se refiere también a los procesos judiciales emprendidos al calor de la Ley de Partidos, los últimos de ellos contra Sortu y Bildu. “La plena participación política corre el riesgo de convertirse, una vez más, en un vodevil judicial tras la gestión en el tiempo y la forma de la presentación de nuevos formatos de proyectos ideológicos”, señala.

“No entendemos que se siga utilizando la Ley de Partidos como instrumento electoral. No entendemos que once años después quieran seguir validando un Pacto Antiterrorista que, además de arma arrojadiza entre quienes dicen que lo mantienen vigente, sólo ha servido y ha sido utilizado para alterar el mapa electoral de Euskadi”, critica el PNV al PSOE y al PP.

Por otra parte, critica al Gobierno vasco, comandado por el PSE con el apoyo parlamentario del PP, por considerar que “no está a la altura de las circunstancias”, porque es “timorato, indeciso y cambiante en el gran reto que es la paz y normalización en la convivencia política, cuando más cerca estamos de conseguirla”.