Según informó la Jefatura Superior de Policía de Madrid, las declaraciones prestadas inicialmente tanto por las víctimas de los hurtos como por los testigos indicaron que los autores formaban un grupo de entre tres y siete personas que sustraían sus pertenencias a transeúntes, principalmente de Madrid.

Los integrantes de esta banda realizaban diferentes compras de objetos en establecimientos comerciales con las tarjetas sustraídas, eligiendo los artículos según las indicaciones de un perista que, a continuación, daría a los efectos comprados salida en el mercado.

Los investigadores constataron que los autores de estos hechos actuaban en diversas localidades no sólo de la Comunidad de Madrid, sino también de otras provincias españolas.

A medida que avanzaban las indagaciones, los agentes lograron identificar a dos miembros de la organización, por lo que establecieron un dispositivo de vigilancia en torno a sus posibles domicilios, para lo cual contaron con la colaboración de varias unidades de la Policía Municipal de Madrid.

Así, los agentes detuvieron a finales del pasado mes de marzo en el distrito de Carabanchel a uno de los miembros más activos del grupo, y apenas unos días después fue arrestado en Cataluña otro de los presuntos delincuentes.

Con el propósito de desmantelar totalmente la organización, los agentes localizaron el domicilio de otro de sus integrantes no sin ciertas dificultades, ya que pernoctaba en varias viviendas de familiares y amigos.

Los investigadores establecieron también una serie de vigilancias en torno a este inmueble y comprobaron un inusitado trasiego de individuos. Ante la sospecha de que en el mismo pudiera estar distribuyéndose droga, los policías registraron el domicilio y procedieron a la detención del resto de la organización, entre ellos el perista.

Tanto en este como en otro de los domicilios de los ahora arrestados, los agentes intervinieron más de 30 GPS, 20 teléfonos móviles, varios televisores, un artilugio para reventar bombines, numerosas gafas de sol, relojes, colonias, cámaras de fotos y de vídeo, consolas de videojuegos con sus accesorios y documentación. Además, se incautaron de más de siete kilogramos de hachís en bellotas y una balanza de precisión.