Blanco y el alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, inauguraron hoy la nueva infraestructura en un acto al que también asistieron la delegada del Gobierno, Amparo Valcarce; el ex alcalde Juan Barranco; el líder del Partido Socialista de Madrid, Tomás Gómez, y un nutrido número de miembros de la Corporación Municipal, además de un numeroso grupo de vecinos.

La nueva vía soluciona el problema que en febrero de 2004 generó la apertura de la R-3 que, al enlazar con la M-40, afectó de manera importante a la movilidad de los vecinos de los distritos de Moratalaz, Vicálvaro o San Blas, al suprimirse la conexión con la prolongación de la calle de O'Donnell, que facilitaba el acceso al centro de Madrid.

Blanco destacó que la obra se ha hecho sin retrasos y sin dilaciones "para que tan sólo un kilómetro de acero, asfalto y hormigón os ahorre, vecinos, más de cien mil horas de atascos al año", lo que despertó los jaleos de los vecinos allí presentes. Además, les aseguró que esta obra supondrá "una revolución para vuestro barrio".

El ministro reconoció que esta infraestructura, en la que se han invertido más 6,4 millones de euros, ha sido largamente reivindicada por los vecinos, "y con razón, porque las infraestructuras son para unir, no para separar, y para acortar distancias, no para aumentarlas".

Blanco recordó a Gallardón que sigue pendiente la puesta en marcha de los accesos de San Blas y Vicálvaro a la M-40 y se comprometió a llevarlo adelante, lo que provocó aplausos de los vecinos. "Estoy seguro de que el alcalde y yo vamos a buscar fórmulas para que podamos meterlo en presupuestos y para que se pueda hacer una realidad", aseguró.

MÁS INVERSIÓN PARA MADRID

El titular de Fomento, que resaltó la capacidad de concertación y cooperación entre su departamento y el Ayuntamiento, que ha permitido obras como la hoy inaugurada, aprovechó para destacar el compromiso del Gobierno central con Madrid y dijo que este compromiso tendrá reflejo en los Presupuestos del Estado que se aprobarán el próximo sábado.

En este sentido, anunció que "Madrid será una de las comunidades autónomas en las que vamos a aumentar la inversión". Aseguró que los madrileños verán día a día mejorada su movilidad y se comprometió a acelerar el plan de cercanías y otras actuaciones para que "Madrid cuente con unas infraestructuras y unos sistemas de transporte modernos, eficaces y siempre al servicio de los madrileños.

Por su parte, Gallardón, que fue increpado por los vecinos al llegar al acto acusándole de haber sido ellos los que rompieron la conexión con el centro en 2004, cuando el ministro de Fomento era Francisco Álvarez Cascos, expresó su felicitación y agradecimiento al ministro.

Gallardón reconoció que en ocasiones algunas vías de comunicación que son necesarias ocasionan "heridas" para la integración de la ciudad, como ocurrió con la R-3, que mejoró la intercomunicación a través de radiales necesarias en Madrid pero abrió "una herida muy importante" que dificultó la comunicación entre barrios, lo que motivó algunos gritos de los vecinos.

El alcalde se mostró convencido de que la nueva conexión de la avenida de Daroca con la M-23 "hará muy felices a esos vecinos que no querían mantener esa incomunicación con Madrid".

Por su parte, algunos vecinos que asistieron al acto consultados por Servimedia indicaron que la nueva infraestructura es algo positivo porque facilita el acceso al centro de Madrid y descongestionará el tráfico de la zona, pero insistieron en que la conexión que había antes de hacer la R-3 era mejor y no debió de suprimirse.