Según trasladó IAG a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) e informó también Iberia, el precio de la compra se ha reducido desde 1.000 millones hasta 500 millones. Se espera que el cierre de la operación tenga lugar en la segunda mitad de 2021 y está sujeta a la aprobación por parte de la Comisión Europea.

Los términos revisados de la operación están condicionados a la negociación satisfactoria entre Iberia y la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI) en relación con las condiciones no financieras asociadas al apoyo financiero proporcionado por la SEPI a Air Europa durante 2020. Iberia tiene la intención de iniciar conversaciones con la SEPI en relación a estas condiciones “en el corto plazo”.

Se espera que las salidas netas de caja de esta transacción a IAG sean “mínimas” en 2021 y que los flujos netos de efectivo sean positivos hasta al menos el reembolso del préstamo de la SEPI en 2026, cuando se espera que las sinergias de fusión alcancen su pleno rendimiento.

Pese al impacto sin precedentes de la crisis del Covid-19 en la aviación, los Consejos de Administración de IAG e Iberia consideran que la compra es estratégica para el futuro de ambas compañías, en concreto para reforzar el hub de Madrid, desarrollar nuevas oportunidades de crecimiento de su red y mejorar las opciones para los clientes, incluyendo mayor flexibilidad de horarios y nuevos destinos.

Se espera que la compra genere sinergias significativas en costes e ingresos, que se prevé alcancen su pleno rendimiento en 2026 y generen rentabilidades atractivas sobre el capital invertido en línea con las logradas históricamente por IAG. A su vez, se espera que contribuya positivamente a los resultados en el primer año completo después del cierre de la operación.