Lo dijo durante su intervención en la Conferencia de Embajadores que se celebra en la Casa América de Madrid, en la cual presentó las líneas estratégicas de la política exterior de España.

La jefa de la diplomacia española comenzó su intervención con un preludio en el que constató que 2020 fue “un año muy singular” durante el cual la pandemia del coronavirus “nos ha obligado a replantearnos casi todo, alterando nuestros esquemas de trabajo y mentales”.

No obstante, comentó que la diplomacia española venía sufriendo “años complicados” como consecuencia de “una etapa demasiado larga de gobiernos en funciones, elecciones y presupuestos prorrogados”.

A pesar de ello, observó que 2021 marcará un punto de inflexión en esta tendencia dándose inicio a una etapa caracterizada por la “estabilidad” debido a la existencia de “un Gobierno de coalición estable”, “unos presupuestos aprobados recientemente”, “un proceso de vacunación iniciado” y “un plan de país para impulsar la recuperación y la transformación con fondos europeos”.

A continuación, enumeró las líneas estratégicas de la política exterior española, entre las que delineó la gestión de la migración, que es “una realidad estructural que no desaparecerá por muchos que algunos lo digan o lo pidan”.

Señaló que la pretensión del Gobierno en esta materia pasa por “canalizar la migración legal” y por “reducir la irregular” a través de acciones con los países de origen y de tránsito encaminadas a promover “la integración y el retorno”.

Esto le sirvió para comentar que el Ejecutivo pergeñará su política migratoria a partir de la “apertura de espacios” para favorecer la migración regular y la persecución de las “mafias” que “buscan lucrarse de la desgracia de otros”, lo que provocará la expulsión de aquellas personas que intenten llegar a España de modo irregular.

Por otro lado, indicó que la UE es “la prolongación de nuestro país”, por lo que el espacio comunitario será “nuestra primera prioridad y en la que buscaremos impulsar mayor integración”.

Tras animar a los embajadores españoles a hacer un “esfuerzo especial” en apoyo a las empresas, al comercio y a la inversión española, confirmó que España se presentará en julio ante la ONU para pasar el segundo examen voluntario sobre el cumplimiento de la Agenda 2030.

Conminó a defender y promover los derechos de las mujeres y los Derechos Humanos, especialmente en lo referido a la lucha contra la trata de personas con fines de explotación sexual, para lo cual ha ordenado a su departamento que explore las posibilidades de plantear una reforma del protocolo de Palermo para prevenir, reprimir y sancionar la trata de personar, singularmente mujeres y niños.

A su vez, reafirmó el compromiso del Gobierno con las misiones internacionales en las que participan las Fuerzas Armadas españolas y conminó a hacer de la mediación en conflictos una “bandera de nuestra acción exterior”, lo que le dio pie a adelantar la pretensión de España de organizar en mayo o en junio una reunión de la Iniciativa de Estocolmo, foro creado para impulsar el desarme nuclear.

Por último, urgió a “reforzar la política de cooperación” para lo cual anunció su pretensión de presentar este trimestre la estrategia de su departamento sobre esta cuestión, su intención de comenzar en mayo las discusiones para un proyecto de ley de cooperación que espera que esté aprobada a finales de año y su voluntad de tener preparado en noviembre un nuevo plan director de la cooperación.