Los objetivos de España en materia de biocombustibles pasan por que, en 2009, las mezclas contengan un 3,4% de biocarburante. Además, se ha de cumplir el requisito de que el porcentaje no sea inferior al 2,5% en cada uno de los dos biocarburantes que se comercializan (el de la gasolina, o bioetanol, y el del gasóleo, o biodiésel).

El año próximo, el porcentaje total se elevará al 5,83%, y el de cada biocarburante (biodiésel y bioetanol), al 3,9%.

Si las petroleras no cumplen este cupo, tendrán que pagar 350 euros por cada tonelada de biocarburante que hayan dejado de poner en el mercado; esta cantidad se repartirá entre los operadores que hayan vendido más carburante "bio" del que estaban obligados a vender. Si el incumplimiento de una empresa supera el 70% de las ventas totales, tendrá que enfrentarse a una sanción mayor.

Por contra, por cada tonelada "bio" que introduzca en sus mezclas recibirá un certificado, expedido por la Comisión Nacional de la Energía (CNE), entidad también responsable de la supervisión y control del sistema.

Según explicaron fuentes del sector, aproximadamente 60 empresas deberán seguir este procedimiento. En el caso de que alguna de ellas consiga más certificados de los obligatorios, podrá "venderlos" a alguna otra compañía que no haya hecho sus deberes de biocarburantes, al precio que entre ellas acuerden.

La CNE vigilará y asegurará el cumplimiento de estos porcentajes, para lo que ha creado un sistema de gestión de información ("Sicbios") en su página web. Las compañías deben estar registradas en este sistema antes del 1 de octubre próximo, fecha en la que deberán empezar a cumplir de forma obligatoria con este procedimiento.

El regulador emitirá su primer informe, con los resultados de cumplimiento de las compañías, al término del mes de octubre. De forma paralela se realizarán informes anuales.

Para que un biocarburante obtenga el certificado y cuente para el cómputo global (liberando a la empresa de la obligación de pagar) deberá demostrarse su sostenibilidad (en su procedencia, forma de elaboración, etcétera). De este modo, por ejemplo, si la materia prima de un bioetanol procede de la destrucción de un bosque, este carburante podrá venderse, pero no podrá computarse dentro del porcentaje obligatorio del 3,4% y del 5,83% (en 2009 y 2010, respectivamente).

AUMENTO DE PRECIO

La introducción de biocombustibles (cuyo porcentaje se prevé que aumente en los próximos años) supondrá un incremento en el precio que pagan los consumidores en la gasolinera.

No obstante, el propio sector desconoce en qué medida puede cuantificarse este encarecimiento. La repercusión en el precio final dependerá de si el sector es suficientemente competitivo. En este sentido, cabe recordar que las autoridades de Competencia constataron, en un informe reciente, la falta de competencia que reina en el sector de los carburantes de automoción.

Por otro lado, los biocombustibles no están gravados con ningún impuesto especial (al contrario que el gasóleo y la gasolina).