El líder socialista expuso sus propuestas medioambientales en un acto celebrado en la Escuela Técnica Superior de Ingenieros de Telecomunicaciones de la Universidad Politécnica de Madrid, apenas unas horas antes de viajr a Murcia para protagonizar allí otro acto de la campaña electoral.

Uno de los capítulos de su oferta programática expuestos por Rodríguez Zapatero fue la defensa de una gestión integral del agua para superar el actual "caos administrativo" y falta de medios de las conferencias hidrográficas, que permiten la opacidad en la identidad de los titulares de concesiones de agua y el desconocimiento de la mitad de los responsables de vertidos contaminantes.

"El PP se ha llenado la boca con demagogia paa decir agua para todos el Levante, mediante un trasvase, y, como de costumbre, ha conseguido aumentar la crispación y enfrentar entre sí a todas las partes implicadas", denunció.

"Lo que no ha dicho el PP", explicó, "es que el trasvase es más caro que cualquiera de las otras alternativas. Lo que tampoco ha dicho es que el trasvase requiere la misma cantidad de energía para trasladar el agua de la que sería necesaria para desalar una cantidad equivalente de agua de mar. Lo que tampoco ha dicho es que,en realidad, el trasvase a quien más beneficia es a los especuladores urbanísticos. El PP, una vez más, no ha resuelto los problemas reales existentes, sino que, además, ha añadido nuevos problemas que él solo ha creado".

Recordó que el volumen total de agua utilizado en la agricultura ha crecido desde 1996 pese a la reducción de las hectáreas de regadío, y que, según el Instituto Nacional de Estadística, sólo el diez por ciento de los regadíos es eficiente.

Ante esta realidad, abogó por reafirma el valor del agua como bien público y ambiental, como un derecho y una responsabilidad común de todos los ciudadanos, reforzando el control público de su gestión y preservando los recursos, comenzando todo ello por una reforma de las confederaciones hidrográficas y por la creación de bancos públicos de agua en cada cuenca.

Esta medida permitiría, aseguró el líder socialista, reasignar el agua hacia los usos social o ambientalmente prioritarios o más eficientes, garantizar la buena gestión y el suminitro de agua, fomentar el ahorro y la modernización a la vez que la reutilización de aguas depuradas y la desalación.

Rodríguez Zapatero advirtió que el desarrollo, "o es sostenible, en lo social, en lo económico y en lo ambiental, o no es progreso, ni a la larga es desarrollo". Se comprometió, por ello, a emprender una estrategia global de desarrollo que impregne todas las políticas y decisiones de su Gobierno.

"EL QUE CONTAMINA, PAGA"

"La protección del medio ambiente es una causa de todos. La personas de derechas y las de izquierdas respiramos el mismo aire. Nuestros hijos beben de la misma agua. Pero, ¿cuándo hemos escuchado al señor Rajoy o al PP preocuparse o proponer algo sobre medio ambiente? Jamás. Yo tengo un criterio que aplicaré a rajatabla: el que contamina paga. Y me propongo reducir la contaminación, frenar la degradación de nuestro medio ambiente y llevar el agua a todas las tierras de España", sintetizó.

Su primer objetivo será el cumplimiento del protocolo de Kioto. Las emiiones de gases causantes de efecto invernadero, aseguró, han superado en un 30 por ciento los niveles de 1990, que sólo podían crecer un 15 por ciento. Además de los motivos medioambientales para cumplir este acuerdo, existen otros económicos, ya que el coste de estas emisiones puede llegar a los 4.000 millones de euros al año para las empresas españolas.

A ello se une, denunció, la escasa implantación de las energías limpias y renovables en España, a pesar de tener recursos privilegiados y empresas cmpetitivas en su desarrollo. Otro de los compromisos es, por ello, la sustitución "gradual" de la energía nuclear por otras más seguras, más limpias y menos costosas, emprendida de forma ordenada en el tiempo para garantizar la seguridad del sistema y con el máximo consenso social, partiendo de la reforma del Consejo de Seguridad Nuclear.

Rodríguez Zapatero subrayó también la necesidad de frenar el modelo urbanístico del PP, basado en un consumo insostenible del suelo y que provoca encarecimiento de l vivienda, incremento de la "suburbanización" y de la exclusión social.

Los socialistas acusan también al Gobierno del PP de haber degradado el suelo con su gestión urbanística y el descuido de los espacios protegidos. Para frenar este proceso, proponen reformar la Ley del Suelo y la de Montes para fortalecer el control y la sanción, y a crear una Fiscalía especial para los delitos ecológicos.

Sin incrementar la presión fiscal global, proponen aumentar la carga impositiva del consumo de productoscontaminantes y nocivos como parte de una estrategia encaminada a cumplir el protocolo de Kioto. Para ello, se redactará una Ley de Bases de Fiscalidad Ecológica que regule la aplicación de esos impuestos y promueva la eficiencia y modenización del sistema productivo.

Asumen también "la urgencia" de la recuperación del fuel contenido en el pecio del "Prestige" y, "en la medida de lo posible", del que sigue a la deriva, y de la aprobación de un plan de restauración ambiental del litoral y de los fondosmarinos afectados, de acuerdo con las comunidades autónomas y sobre la base de los criterios de la comunidad científica.