Rajoy hizo estas declaraciones durante un mitin en la Plaza de Toros de Valencia ante más de 16.000 militantes y simpatizantes populares. Al mismo tiempo, en el exterior del ruedo se manifestaban en el Día Internacional de la Mujer centenares de personas, encabezadas por partidos de izquierda y los sindicatos.

El secretario general del PP advirtió de que necesita un "gobierno sólido" para poder poner en marcha el programa electoral con el que concurre a los comicios, del que dstacó la promesa de crear dos millones de puestos de trabajo a lo largo de la próxima legislatura. Pidió a quienes "no quieren despilfarrar el capital de estos últimos ocho años ni quieren desperdiciar las grandes ocasiones de futuro" que se le presentan al país que lo demuestren el 14 de marzo acudiendo masivamente a las urnas.

A su juicio, en las elecciones del domingo está en juego la posibilidad de "arrinconar" al terrorismo, de alcanzar el pleno empleo, de dar a España el puesto que merece en la nión Europea y está en juego "esa amenaza explicita que para la Constitución significan algunos partidos radicales".

"GOBIERNO SÓLIDO"

Rajoy señaló que a él no le "inquieta" ningún desafío y se presentó dispuesto a afrontar el reto de mejorar el bienestar de los españoles, siempre y cuando tenga detrás un "gobierno sólido" y cuente con el equipo y el programa del Partido Popular.

Aseguró que tiene las "ideas claras" para "continuar la senda del progreso" con más empleo, mejores pensiones, más atopistas, nuevos ferrocarriles y facilidades a los jóvenes. En cambio, se preguntó por qué el candidato del PSOE, José Luis Rodríguez Zapatero, no habla de empleo y centra su campaña en los pactos con IU y ERC.

Rajoy presentó como un activo en su favor que no busca hacerse "el simpático" ante Gaspar Llamazares, Josep Lluis Carod-Rovira, Javier Madrazo y José Antonio Labordeta. Incluso, advirtió de las consecuencias que tendría tener al coordinador general de Izquierda Unida como ministro de Medio Ambinte. "Que Dios nos pille confesados", apostilló.

El candidato popular señaló que no piensa ceder ante las "presiones" o el "chantaje" de los que considera posibles socios de Zapatero y calificó el pacto que podría alcanzar el PSOE con otras formaciones políticas tras el 14-M como "una gran empanada".

En el Día Internacional de la Mujer, criticó la propuesta de Rodríguez Zapatero de crear un gobierno con igual número de hombres y de mujeres. "¿Y si la competencia, la profesionalidad y la categoríaexige que todas sean mujeres, les quita el derecho a serlo?", preguntó.

Por último, comparó el futuro que quiere para España con el presente de la Comunidad Valenciana, a la que definió como "un país pujante, que progresa, emprendedora, con buen ánimo, con alegría, con optimismo y feliz".

"QUE VOTE MARIANO"

Rajoy vivió en Valencia el mitin más multitudinario y bullicioso de cuantos ha protagonizado a lo largo de la campaña electoral. Los más de 16.000 asistentes abarrotaron la Plaza de Toros y a llenaron de calor en medio del frío, dando continuos gritos que obligaban a votar sobre el escenario a todo aquél que intervenía.

Desde la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, a Mariano Rajoy, pasando por el ministro de Trabajo, Eduardo Zaplana, y el presidente de la Generalitat, Francisco Camps, todos y cada uno de los que tomaron la palabra tuvieron que ceder antes o después a las peticiones del público. Rajoy llegó a saltar tres veces cuando decían desde la grada "¡es socialista el que no vote, e!".

Rajoy recibió en el atril los más variados gritos de ánimo: "¡torero, torero!", "¡presidente, presidente!", "oe, oe, oe, oe, oe!", "¡Mariano, Mariano!" y "¡eres el mejor!". También surgieron coros para atacar a la organización terrorista ETA y para burlarse de José Luis Rodríguez Zapatero tachándole de "¡cero patatero!".

El mitin concluyó con todos los dirigentes del Partido Popular, incluidos los ministros José María Michavila y Federico Trillo, subidos en el estrado cantando el himno de la omunidad Valenciana, a la vez que una lluvia de fuegos artificiales iluminaba el cielo de la capital.