Garamendi intervino en el acto informativo organizado por Nueva Economía Fórum y protagonizado por el presidente de la patronal madrileña CEIM, Miguel Garrido.

El responsable de CEOE destacó que en la negociación que se está desarrollando esta semana para prorrogar nuevamente los ERTE “parece que va a ser aceptada” la petición de que la vigencia llegue hasta junio. En concreto, las partes están de acuerdo en extender los ERTE hasta el 31 de mayo.

Garamendi comentó que el asunto en el que la patronal está trabajando “no es tanto la cláusula como en algún caso la interpretación que se hace con respecto al mantenimiento del empleo”. Las empresas acogidas a ERTE tienen la obligación de mantener el empleo durante seis meses desde la reincorporación de los trabajadores afectados, y en caso de incumplirla y acometer despidos, deberán devolver las exoneraciones de cuota correspondientes a toda la plantilla.

“No estamos diciendo tanto que hay que despedir, lo que no queremos es que caigan más empresas”, afirmó Garamendi, quien indicó que entre enero y noviembre de 2020 se perdieron 85.000 compañías y 107.000 si se compara noviembre de 2020 con el mismo mes de 2019.

“Lo que estamos intentando es que en la interpretación de esa cláusula donde se habla del concurso de acreedores, etc, siga en cierta medida las ideas que teníamos cuando entre todos nos pareció razonable la cláusula”, afirmó.

El presidente de CEOE llamó la atención sobre el “problema de solvencia” al que se enfrentan las empresas en este momento y pidió que se les dé “seguridad para seguir adelante”.

En este sentido, desde CEIM se defendió la utilidad de los ERTE y se confió en que “en los próximos días o semanas, pronto, se pueda alcanzar un acuerdo que dé tranquilidad a todos”.

El presidente de la patronal madrileña lamentó que, ante el problema de paro juvenil, “hay cláusulas en los ERTE por las que no se pueden incorporar a nuevas personas” y “esto está cerrando la puerta a decenas de miles de jóvenes que han terminado su formación”. En este sentido, apeló a que “todos tenemos que hacer un esfuerzo por dar una solución”.

No obstante, Garrido apuntó que “es importante que empecemos a pensar en otras herramientas de flexibilidad al margen de los ERTE” porque éstos son “coyunturales”.

En este sentido, pidió reformas estructurales de la economía para hacerla más competitiva y un planteamiento respecto la dualidad del mercado de trabajo porque “hay una parte de trabajadores con contratos enormemente protegidos y otros enormemente precarios”. Por ello, instó a buscar fórmulas “con calma, con altura de miras, con responsabilidad” que den flexibilidad a las empresas y seguridad a los trabajadores.