El objetivo de este estudio es proporcionar estimaciones del incremento de los niveles de Vitamina D en pacientes adultos con niveles bajos de vitamina D, que requieran hospitalización o ya estén hospitalizados, diagnosticados de neumonía por Covid-19.

En este estudio se está evaluando además la evolución de la enfermedad, el ingreso en UCI y la tasa de mortalidad, además de un detallado estudio de distintos parámetros inmunológicos.

Cada vez hay más evidencias del papel de la vitamina D más allá del metabolismo óseo y entre ellos destaca el papel como reguladora del sistema inmune.

Durante la pandemia por SARS-CoV-2 se están sucediendo un gran número de publicaciones sobre la relación entre niveles bajos de vitamina D y mayor tasa de positividad a la Covid-19, frente a los pacientes con niveles suficientes de vitamina D. Además, cada vez hay más evidencia entre la asociación de niveles bajos de vitamina D y la severidad clínica de la neumonía por Covid-19.

HOSPITALES MADRILEÑOS

El promotor de este estudio es el doctor Miguel Cervero Jiménez, facultativo del servicio de Medicina Interna del Hospital Universitario Severo Ochoa de Leganés.

Junto a él, los investigadores principales involucrados en este estudio son los doctores José Sanz Moreno (Hospital Universitario Príncipe de Asturias de Alcalá), Daniel López Wolf (Hospital Universitario Fundación Alcorcón de Alcorcón) y Pablo Ryan Murua (Hospital Universitario Infanta Leonor de Madrid).

El doctor Cervero explicó que “la evidencia científica disponible apunta a que, de alguna forma, la vitamina D pueda influir de manera positiva en el daño inflamatorio que produce la Covid-19, gracias a su papel en el sistema inmune. Sería conveniente asegurar la suplementación con vitamina D en aquellas personas de mayor riesgo como son los pacientes mayores y los ancianos que están en residencias. La importancia de suplementar en estos colectivos radica en que son pacientes más vulnerables, en los que la probabilidad de salir adelante en los hospitales es mucho más baja y se ha observado una mayor tasa de mortalidad. Además, se trata de pacientes en los que, generalmente no se pueden emplear tratamientos muy agresivos y en los que asegurarse el mantenimiento de unos niveles óptimos de vitamina D es una intervención sencilla”.

La vitamina D3 es molécula de elección de las principales sociedades científicas nacionales e internacionales para el tratamiento de la deficiencia de vitamina D2-7.