UE-Turquía
González Laya atestigua que para la UE Turquía “no es un vecino”, sino un país con el que tiene “una relación específica”
El texto se ha copiado correctamente en el portapapeles
La ministra de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Arancha González Laya, comentó este viernes que para la Unión Europea Turquía “no es un vecino” más, sino un país con el que se mantiene “una relación específica” en torno a una “agenda positiva” que sirva para “encauzar las desavenencias” y encontrar “cierta complicidad” ante determinados conflictos regionales.
Lo dijo en una rueda de prensa que ofreció junto con su homólogo turco, Mevlüt Çavusoglu, en la sede del Ministerio de Asuntos Exteriores en Madrid en la que se abordó la delicada relación de Turquía con la UE.
La jefa de la diplomacia española explicó que en la reunión que mantuvo con Mevlüt Çavusoglu abordó la necesidad de poner en marcha las resoluciones aprobadas en las últimas reuniones del Consejo Europeo celebradas a finales de 2020 que tienen como objetivo “buscar una agenda positiva” con Turquía a partir del acuerdo aduanero con el país otomano.
Esa “agenda positiva”, dijo González Laya, debe incluir la “modernización” del propio acuerdo aduanero entre la UE y Turquía, la satisfacción de las peticiones turcas en materia de visados y el impulso del trabajo conjunto en materia migratoria.
A su vez, la ministra conminó a “dar estabilidad y un cauce” a “las diferencias existentes” entre Turquía y distintos Estados miembros “desde la negociación y evitando actos unilaterales y provocaciones”.
Esto le sirvió para proclamar que “para la UE Turquía no es un vecino, sino un país con una relación específica”, como lo demuestra su estatus de candidato a la adhesión del club comunitario y su condición de miembro de la OTAN.
“La agenda que se busca (con Turquía) tiene que ser positiva, permitir encauzar las desavenencias y facilitar el desarrollo de cierta complicidad ante conflictos regionales”, reafirmó.
También constató que España quiere mantener con Turquía “unas relaciones de buena vecindad”, como “socios y aliados” que son, basadas en “el interés y el respeto mutuo”.
Por su parte, Mevlüt Çavusoglu agradeció el tradicional apoyo español a la integración de su país a la UE, lo que le sirvió para contraponer las “tensiones” que Turquía mantuvo con otros Estados miembros en 2020 con la “visión de futuro” de España.
Ilustró el compromiso de Turquía con la UE con su reciente visita a Portugal -país que ostenta la Presidencia rotatoria de la UE-, su paso por España, y su próxima visita a Bruselas, de la que dijo que es “muy importante” para establecer un “diálogo sincero”, puesto que las “visitas de cortesía no son suficientes”.
De este modo, propugnó que “Turquía necesita a la UE, pero la UE necesita más a Turquía”, si verdaderamente el club comunitario anhela ser “un actor global”.
Tras dejar claro que su país “ha hecho todo lo que tenía que hacer, ha cumplido con todo lo que tenía que cumplir”, y presentarlo como “modelo” en la gestión de los flujos migratorios”, dijo no temer que Bruselas se avenga a sancionar a Turquía por las prospecciones de hidrocarburos en aguas cercanas a Chipre.
Mevlüt Çavusoglu manifestó que “no estamos pensando en sanciones, sino en cómo resolver” nuestras desavenencias. No obstante, aseveró que, si éstas se producen, “tampoco nos importa mucho”.
Por último, recordó la necesidad de que Turquía y la UE renueven su pacto migratorio, desde la consciencia de que su país “acoge mucha inmigración ilegal y muchos refugiados”. Ha llegado el momento, remachó, de “hacer todo lo posible para mejorar ese acuerdo”.
(SERVIMEDIA)
08 Ene 2021
MST/clc