Lo dijo durante su discurso de la Pascua Militar, un acto celebrado en el Palacio Real de Madrid y presidido por Felipe VI al que asistieron la reina Letizia, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska.

También estuvieron presentes el jefe del Estado Mayor de la Defensa (Jemad), general Miguel Ángel Villarroya, los jefes de Estado Mayor del Ejército de Tierra, la Armada y el Ejército del Aire, la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, la directora del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), Paz Esteban, y otras autoridades civiles y militares.

Este año se dio la circunstancia de que este acto se celebró en medio de la pandemia del coronavirus, cuya incidencia provocó que tuviera una serie de adaptaciones respecto a otros años para cumplir con las normas sanitarias impuestas por las autoridades.

En este caso, el discurso de la Pascua Militar se aguardaba con expectación, ya que se esperaba que en los discursos hubiese algún tipo de reacción ante las misivas que militares retirados han remitido al Rey en contra del Gobierno y ante las conversaciones de WhatsApp en las que otros militares retirados fantaseaban con fusilar a “26 millones de hijos de puta”.

A lo anterior, se han sumado situaciones como los vídeos de militares en activo entonando cánticos nazis durante maniobras o celebraciones militares, y la reciente destitución del jefe de estudios de la Escuela Naval de La Graña en Ferrol (La Coruña) por referirse en una orden como “roja” a la parte de la Armada que se mantuvo fiel a la Segunda República en la Guerra Civil y calificar como “Flota Nacional” a la parte que se sublevó contra el orden legal establecido, llegando a calificar de “heroico” al teniente de navío José Lara y Dorda, quien hundió un submarino tras fracasar su “atrevido plan” de apoderarse del buque y pasarse con él al bando franquista.

Robles se refirió explícitamente a estos hechos al aseverar que “nadie tiene derecho, y menos quienes en su día vistieron el uniforme de las Fuerzas Armadas, a perjudicar el inmenso prestigio que tienen nuestros ejércitos, con plena conciencia y agradecimiento de la sociedad española”.

Añadió que “una insignificante minoría, que sólo se representa a sí misma, que busca una publicidad y un protagonismo, que ni merece ni tiene, y que cuestiona irresponsablemente las bases la convivencia en España, sólo merece el rechazo más absoluto, por su intolerancia, sus delirios y su total alejamiento de los valores castrenses”.

A pesar de ello, transmitió al Rey la certeza de que España cuenta con unas Fuerzas Armadas “modernas, altamente preparadas y formadas exclusivamente en el marco de la Constitución”, y que “no buscan publicidad, comprometidas con un futuro de la más alta cualificación científica y tecnológica y que son un ejemplo en los ámbitos multilaterales en los que España y sus ejércitos participan, donde por su preparación y entrega, gozan de la más alta consideración, como se demuestra a diario en las misiones de OTAN, UE y ONU”.

La ministra también trasladó al Monarca que la Pascua Militar es el escenario perfecto para “recordar, celebrar y aprender, de los episodios de concordia y sabiduría de nuestra historia, que se plasman hoy en los valores y derechos recogidos en nuestra Constitución”.

Estos episodios, continuó, “delimitan el espacio moral y político en que debe discurrir nuestro Estado social y democrático de derecho, y tienen su máxima expresión en la libertad, la igualdad, la justicia y el pluralismo político que nuestra carta magna consagra, definiendo un marco de convivencia que hace de España un gran país”.

CORONAVIRUS

Por su parte, Robles rindió un “emocionado homenaje y recuerdo” a todos los españoles que han fallecido o que han sufrido el coronavirus, especialmente a los uniformados de las Fuerzas Armadas y de la Guardia Civil.

Agradeció el “esfuerzo y generosidad” de las Fuerzas Armadas, que han combatido desde marzo contra la pandemia, primero en la ‘Operación Balmis’ y ahora en la ‘Misión Baluarte’, llevando a cabo “el mayor esfuerzo militar en tiempo de paz en nuestra historia. Lo han hecho, con el objetivo de salvar vidas y ayudar a los ciudadanos. Sin preguntar quiénes eran, ni dónde estaban”.

Se mostró orgullosa de la “ejemplaridad” de los militares “haciendo los trabajos más duros”, “montando hospitales y evacuando enfermos por tierra, mar y aire”, “desinfectando residencias y mercados centrales”, “atendiendo a personas mayores, acompañando a los que estaban solos”, “rastreando contagios” y “trasladando, acompañando y velando a fallecidos por la pandemia a quienes no habían podido acompañar y velar sus familiares”.

Esto le sirvió para apuntar que estos militares han actuado “de una manera callada, sin buscar protagonismo, haciendo gala de los valores que presiden el comportamiento de nuestros ejércitos y Armada; guiados por la más estricta neutralidad política y defendiendo, si fuera necesario con su vida, la Constitución y los valores, principios y derechos en ella reconocidos”.

Por último, la ministra recordó las efemérides que se celebraron en 2020 en el seno del Ejército y en la comunidad internacional, la aprobación de la Directiva de Política de Defensa, el Real Decreto de Organización de las Fuerzas Armadas y las cinco órdenes ministeriales que lo desarrollan, el impulso de los programas de modernización de las capacidades militares y el nuevo nombre del Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla de Madrid: ‘Hospital Central de la Defensa Gómez Ulla, Centro Sanitario de Vida y Esperanza’, coincidiendo con el 125 aniversario de su fundación.