Dívar hizo esta afirmación ante el rey Juan Carlos durante el acto de apertura del nuevo Año Judicial. “La tradicional tendencia de incremento de asuntos pendientes del Alto Tribunal se ha quebrado radicalmente y ha dado paso a un espectacular descenso cercano al 40 por ciento”, dijo.

Esto significa que el Tribunal Supremo no sólo ha resuelto un número de recursos equivalente al que en estos tres años se han interpuesto, “sino que, además, se ha conseguido que los casi 44.000 asuntos que estaban pendientes de resolución al comienzo de 2006 hayan quedado reducidos a menos de 27.500 al finalizar el 2008”.

De esta forma, las salas de lo Penal, de lo Militar y de lo Social se encuentran a día de hoy plenamente actualizadas, es decir, resuelven los asuntos en menos de un año. Dívar aseguró que en los primeros meses de 2010 la Sala de lo Civil también estará totalmente actualizada.

En cuanto a la Sala de lo Contencioso-Administrativo, la que tradicionalmente ha padecido una mayor acumulación de asuntos pendientes, Dívar prometió que estará al día en el año 2012, coincidiendo con el bicentenario del Tribunal Supremo.

“En 2012 podremos ofrecer a los ciudadanos una completa y hasta ahora desconocida actualización del más Alto Tribunal del Estado”, aseguró.

En este sentido, el presidente del Tribunal Supremo afirmó que esta situación se traducirá en diferentes ventajas para los ciudadanos. Con un Alto Tribunal plenamente actualizado, habrá una mayor seguridad jurídica, se hará efectiva la tutela judicial reconocida en la Constitución y “el ordenamiento jurídico español estará en condiciones plenas de ser interpretado y aplicado por igual en todo el territorio nacional”.

Por último, Dívar aseguró que la actualización del Tribunal Supremo tendrá una “incidencia directa” en el funcionamiento de la economía española debido al gran número de litigios que se siguen en la Sala de lo Contencioso-Administrativo.

La “ingente cantidad de dinero, que podría estimarse en varios miles de millones de euros” que esta en juego en las sentencias de la Sala de lo Contencioso-Administrativo “se encuentra congelada y no revierte en el circuito económico, bloqueando múltiples expectativas personales, empresariales e institucionales”, dijo Dívar.

Tras su discurso, el rey Juan Carlos declaró solemnemente inaugurado este nuevo curso judicial.