Así lo destacó este sábado la Asociación de Empresas de Servicios para la Dependencia (Aeste), en una nota de prensa emitida con motivo de la llegada a España de las primeras dosis de la vacuna de Pfizer.

Aeste explica que en la mayoría de las comunidades autónomas la vacunación se llevará a cabo en las propias residencias por profesionales de los servicios sanitarios, a excepción de la Comunidad de Madrid, donde las autoridades sanitarias han formado a las residencias que disponen de personal sanitario que puede llevar a cabo este cometido.

La vacunación se alargará durante los próximos meses de enero y febrero, en remesas de 50.000 dosis por semana.

“Esta circunstancia hará que, tras la vacunación, las residencias se conviertan en los lugares más seguros para nuestros mayores, incluso más que los propios domicilios”, destaca la patronal.

La intención del plan es blindar a las residencias, ya que sus mayores son el segmento poblacional más vulnerable ante el Coronavirus. Así, los centros, tras sufrir uno de los embates más duros de la pandemia, consiguen darle la vuelta a la situación dando lugar a una de las primeras burbujas sociales protegidas y seguras.