Núñez había presentado recurso de apelación contra el auto de archivo de la jueza titular del Juzgado de Instrucción 32 de Madrid, Rosa María Freire, quien había acordado el sobreseimiento y archivo de la querella contra su entonces jefe por acoso sexual, laboral, hostigamiento, coacciones y lesiones.

Entiende la Audiencia Provincial que no se ha podido acreditar ninguno de los delitos imputados por la letrada de Podemos y señala que no hay evidencias de una “situación objetiva y gravemente intimidatoria, hostil o humillante”, aunque sí se produjeron “divergencias en la línea de actuación en alguno de los asuntos jurídicos del equipo”.

Según los magistrados el intercambio de mensajes entre ambos letrados evidencia que había una relación de amistad y de “confianza consentida” y descartan la existencia de acoso laboral porque Calvente no se comportaba como un jefe sino como “mero coordinador del equipo legal” de Unidas Podemos. Así, los desencuentros profesionales entre ellos no supusieron “trato hostil o vejatorio”, ni derivaron en “coacciones”.

Calvente denunció irregularidades en Unidas Podemos, dando origen a la investigacion que se está haciendo sobre la financiación de la formación dirigida por Pablo Iglesias y su relacion con la consultora Neurona. La decisión tomada por la Audiencia de Madrid es definitiva y contra ella no cabe recurso.