Estas cifras están lejos de las registradas en el año 2011, cuando se notificaron 118.611 abortos con una tasa de 12,47 interrupciones del embarazo por cada mil mujeres entre 15 y 44 años.

Las jóvenes son quienes más recurren a esta práctica, con una tasa de 18,71 abortos entre los 20 y los 24 años, y de 17,49 entre los 25 y los 29. La mayoría de interrupciones voluntarias del embarazo se producen en clínicas privadas (79,02%), mientras que los centros públicos sólo practican el 14,32%, ya sea en ámbito hospitalario o extrahospitalario.

En cuanto al motivo del aborto, en nueve de cada diez casos es a petición de la mujer, mientras que el 5,85% responde a graves riesgos para la vida o la salud de la madre. El 2,93% de los casos son por posibles anomalías graves en el feto y el 0,32% por anomalías incurables o incompatibles con la vida.

La inmensa mayoría de interrupciones voluntarias del embarazo (71%) se dan en las primeras ocho semanas de gestación, mientras que un 23,6% se producen entre las primeras nueve y 14 semanas, según el informe de Interrupciones Voluntarias del Embarazo publicado por el Ministerio de Sanidad.

Existe una importante diferencia territorial en España respecto a la práctica del aborto, y parece estrechamente ligada a lo rural o urbana que sea una región. Las comunidades autónomas con mayores tasas de IVE son Cataluña (14,72), Baleares (13,88) y Madrid (13,05), mientras que las regiones con menos abortos son La Rioja (6,18), Galicia (6,41) y Extremadura (6,43).

En base a la Ley de Salud Sexual y Reproductiva y de la Interrupción Voluntaria del Embarazo del año 2010, a partir del próximo 1 de enero las farmacias dispensarán como prestación del Sistema Nacional de Salud un nuevo anillo vaginal anticonceptivo de larga duración, con el fin de asegurar el “acceso universal a prácticas clínicas efectivas de planificación de la reproducción”.