Las prórrogas de ambos contratos permitirán dar continuidad durante el próximo año a estos servicios, que suman un total de 241 plazas, según informa el gobierno de Isabel Díaz Ayuso.

El primero de ellos, el de inserción laboral, se desarrolla con adolescentes de entre 16 y 18 años con medidas de protección y residentes en centros de acogimiento de la Comunidad de Madrid. Un equipo educativo especializado trabaja con ellos, individualmente o en grupo, para orientarles y acompañarles en la búsqueda activa de empleo. Además, se ofrecen cursos y otras acciones formativas para mejorar sus habilidades sociales y de autonomía (abrir una cuenta bancaria, organizar una vivienda…), a fin de fomentar sus opciones de autoempleo y cooperativismo.

Este programa, que supone un gasto anual de 506.761 euros y ofrece 200 plazas, forma parte de los denominados programas de apoyo al acogimiento residencial, que atienden necesidades específicas de los menores acogidos y cuya mayor especialización dificulta su desarrollo por el propio personal del recurso.

Por otro lado, también se ha prorrogado el servicio de acompañamiento educativo a adolescentes en riesgo o desamparo, gracias a una inversión de 448.052 euros. De este modo, se financiará el funcionamiento de sus 41 plazas a lo largo del próximo año.

Los usuarios de este servicio son menores de entre 12 y 18 años que rechazan las medidas de protección adoptadas por la Comisión de Tutela del Menor o que se encuentran en grave riesgo por este motivo.

El objetivo del servicio es desarrollar un proyecto individual de intervención de carácter educativo y normalizador con cada menor atendido, enfocado a facilitar la reincorporación a su familia. En caso de que esta reincorporación no sea posible, se trabaja con el menor en otras alternativas como el acogimiento residencial o familiar. Durante el primer semestre de 2020, este programa atendió a 58 menores.