La pandemia de Covid-19 trae como consecuencia una demora en la actividad quirúrgica, la suspensión y la modificación de los tratamientos no quirúrgicos, el retraso en el diagnóstico o carencias en el acceso al sistema sanitario, entre otros efectos, señala esta entidad que indica que "esto puede conducir a un aumento de la mortalidad por cáncer de cabeza y cuello de hasta en un 35%. Así se desprende de un artículo publicado en la revista de Seorl-CCC".

Los principales responsables de este tipo de tumores son el tabaco, el alcohol y, en los últimos años, el virus del papiloma humano. Los otorrinolaringólogos cirujanos de cabeza y cuello insisten en que si se detectan en estadios tempranos y hay un correcto diagnóstico precoz, la supervivencia mejora de forma notable a diferencia de los diagnosticados en estadios más avanzados.

La Seorl-CCC recuerda la importancia de estar atento a los signos de sospecha y consultar con un especialista para favorecer un diagnóstico precoz que permita mejorar el pronóstico de la enfermedad.