En controles preventivos, se ha pasado de un 35% en 2019 a un 50% en 2020, apuntó la DGT, y en el caso de pruebas realizadas tras un accidente, ese porcentaje subió del 19% al 23%.

Por este motivo, la DGT inició este lunes una nueva campaña de vigilancia de alcohol y drogas en la conducción, que se prolongará hasta el 13 de diciembre.

Durante esta semana, los agentes de la Agrupación de Tráfico de la Guardia Civil intensificarán los controles sobre este factor de riesgo, que además de incidencia de accidentes, empeora también su gravedad.

La campaña se incluye dentro del calendario de actuaciones que realiza Tispol (Organización Internacional de Policías de Tráfico), y su objetivo es evitar que conductores que hayan consumido alguna sustancia psicotrópica circulen por la red viaria.

Los puntos de control se establecerán en todo tipo de carreteras y a cualquier hora del día, para disuadir a los conductores de coger el coche bajo los efectos del alcohol o de otras drogas. Las pruebas se realizaaran con todas las garantías de seguridad sanitaria, tanto para el ciudadano como para el agente.