Carta Magna
El delegado del Gobierno celebra la Constitución criticando “el afán de algunos por patrimonializar lo que es de todos”
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El delegado del Gobierno en la Comunidad de Madrid, José Manuel Franco, criticó este viernes “el afán de algunos por patrimonializar lo que es de todos”, en el acto celebrado por el Gobierno regional para celebrar la Carta Magna, porque “resulta tan contrario al espíritu de la Constitución”.
“Un éxito colectivo lo es más no sólo si es producto de muchos, sino cuando, de entre esos muchos, nadie reclama para sí tener mayor mérito en su defensa, dijo Franco, quien señaló que “quienes se empeñan en lo contrario, en arrogarse en exclusiva este concepto, no hacen sino dañar la idea misma de una Constitución que pertenece y es patrimonio común de todos; incluso de quienes legítimamente discrepan de ella”.
A su juicio, la Constitución “no se defiende a beneficio de inventario”.
Señaló que “de nada sirve proclamar la grandeza de aquellas partes con las que uno puede estar más de acuerdo en función de sus postulados ideológicos. La aceptación del texto constitucional en toda su integridad, en toda su diversidad, puesta de manifiesto en la pluralidad ideológica de los que redactaron el texto, es el mejor tributo que puede hacerse a una norma que, como toda obra humana, no aspira a la perfección ni a dejar tallada en piedra una verdad absoluta”.
Por otro lado, afirmó que “cada generación tiene el derecho y yo diría que incluso el deber de dejar su impronta en un texto que debe evolucionar con arreglo al espíritu del tiempo”.
HUMANIZAR LA CONSITUCION
Tras considerar que “humanizar la Constitución y no sacralizarla es el camino que contribuye a garantizar y extender su vigencia”, dijo que la “aspiración legítima de modernizarla debe tener cabida en el cambio de época que España está a punto de emprender”.
“Pero sin olvidar que la Constitución debe proporcionar siempre orden y certeza y que solo garantiza seguridad en su sentido democrático cuando logra la realización de las exigencias humanas de libertad, justicia y solidaridad”, añadió.
Consideró necesario “tener presente también que para que el Estado de derecho pueda seguir asentado nuestras libertades necesitamos fortalecer sus estructuras y sus Instituciones dentro de la irrenunciable unidad de nuestra patria”.
A su juicio, “los cambios hay que abordarlos sin extremismos, que son la mejor forma de eludir los compromisos. Porque tan peligroso es no afrontar la situación actual como afrontarla desde la perspectiva apocalíptica del que se consuela divulgando sus frustraciones”. “Tengamos muy presente que cualquier distracción nos haría perder décadas”, manifestó.
Por otro lado, dijo que en mitad de una pandemia de efectos “devastadores, conviene recordar que una de las diferencias más notorias entre democracia y tiranía radica no sólo en la afirmación expresa de que determinados derechos son inalienables. Sino que incluso la renuncia al ejercicio de tales derechos, aún en pos de un bien mayor, requiere de cautelas y prevenciones reforzadas, casi extraordinarias, que nuestra Constitución ya previó hace 42 años”.
Recordó a todas las personas que nos han dejado durante esta pandemia y dijo que en estos momentos “las instituciones debemos trabajar unidos y seguir el ejemplo que nos han dado muchos ciudadanos que, desde diferentes ámbitos, han colaborado para superar la pandemia”.
“Nunca, pero menos aún en una situación como la actual, deben las administraciones dedicar ni un segundo, ni un ápice de energía, al enfrentamiento entre ellas. Nos debe guiar el interés general y el bien común”, apuntó.
Tras considerar que “el diálogo y la voluntad de acuerdo deben marcar el camino por el que hay que transitar”, indicó que el Gobierno de España y el de la Comunidad de Madrid, deben trabajar conjuntamente para erradicar la pandemia. Es lo que nos demandan los ciudadanos y es nuestra obligación”.
Dijo que “muchos de los que nos han dejado este año han sido hombres y mujeres de edad avanzada. Y la inmensa mayoría de ellos fueron los que, con su voto, hicieron posible que un 6 de diciembre de 1978, la España de la Constitución fuera una realidad de la que hoy, 42 años después, disfrutamos sus hijos y disfrutan sus nietos”.
“Celebrar la Constitución hoy implica rendir homenaje a esa gran generación de españoles que nació o vivió la mayor parte de su vida en una dictadura infame”, concluyó.
(SERVIMEDIA)
04 Dic 2020
SMO/gja