Desde Sevilla, cuando se cumplen dos años de las elecciones andaluzas que permitieron a Juanma Moreno ponerse al frente de la Junta, Casado comenzó su discurso -como acostumbra- recordando a las víctimas del coronavirus y cargando contra el Gobierno porque “sigue reconociendo muchas menos” de las “70.000” personas muertas por Covid-19.

El presidente del PP denunció de nuevo que el Gobierno de España se ha “ocultado en las comunidades autónomas” en la gestión de la pandemia, y a continuación hizo una defensa cerrada de la gestión de Juanma Moreno. “Está haciendo lo que hay que hacer y tiene todo el respaldo, agradecimiento y reconocimiento” de la dirección del partido, aseguró.

Casado recordó la “fecha especial” que supuso el 2 de diciembre de 2018 y su participación junto a Moreno en la campaña andaluza. “Nos dimos cuenta de que no éramos minoría los que estábamos convencidos de que Moreno era la mejor alternativa. Había una mayoría silenciosa” que se convirtió “en una mayoría tranquila y en una fuerza que ahora está imparable”, opinó.

Describió a Moreno como un dirigente “eficaz” que se toma en serio su trabajo y la palabra dada. “Lo que ha prometido lo está cumpliendo”, destacó, poniendo así en valor que el presidente andaluz es una persona “de principios” que “no está sacando el dedo para ver por dónde va el viento o lo que le dice el asesor de turno”.

Así las cosas, aseguró que la Junta de Andalucía es para él “una referencia” de lo que quiere hacer en España si logra llegar a La Moncloa cuando haya elecciones generales. “A mí me gusta cómo se gobierna aquí. Es un ejemplo de lo que tenemos que hacer a nivel nacional”, se reafirmó el líder de la oposición.

“Lo que pasó aquí hace dos años fue histórico para el PP y para mí ha sido creo que el acontecimiento más importante en los dos años y medio desde que soy presidente del PP”, continuó Casado, para quien el cambio “ha sido histórico para los andaluces”. En esta tierra, dijo, faltaba “un buen gobierno” con un “proyecto ambicioso de esperanza y de futuro” que se dedique a ayudar a la ciudadanía en sus problemas.

Por ello, insistió en que “eso que se ha logrado aquí es lo que tenemos que hacer a nivel nacional” para dejar atrás “esa resignación” que él apreciaba en Andalucía con respecto a la consecución de gobiernos socialistas y que ahora empieza a ver a nivel nacional. “España se merece cuanto antes” seguir la estela de lo que se hace en esta tierra, remachó Casado.

GOBIERNO “DESNORTADO”

Previamente, Moreno defendió que Casado es “el único” que puede liderar el proyecto que precisa España. “Vamos a estar detrás de ti para que sea lo antes posible”, le prometió, sin dejar de destacar la “valía” y “capacidad” del presidente nacional del PP. Todo ello, indicó, cuando al frente del país está un Gobierno “absolutamente desnortado y despegado de la propia realidad social y económica de nuestro país”.

Echó en cara al Gobierno nacional que se apoye “en los sectores más radicales, extremistas y rupturistas que hay en nuestro país”. Frente a ello, defendió que existe “otro estilo de hacer política”, y se mostró orgulloso de dirigir en Andalucía un “Gobierno de centro, reformista, liberal, moderado e inclusivo”.

Sacó pecho de reformas que no son “estridentes” pero sí de “muchísimo calado” y que redundan en el beneficio de los ciudadanos “a pesar de las adversidades del momento coyuntural de la pandemia”. Moreno también opinó ante Casado que puede “poner de ejemplo” el Gobierno andaluz porque muestra que “las políticas que practica el PP funcionan”.

En concreto, sobre la llamada armonización fiscal, Moreno censuró “esa imposición que nos quieren hacer desde el mundo independentista”. “Por ahí no vamos a pasar”, advirtió, y aseguró que la bonificación del 99% del Impuesto de Sucesiones y Donaciones se ha traducido en esta comunidad en “126.000 contribuyentes andaluces censados en otras comunidades que decidieron que establecían su domicilio fiscal en Andalucía” y, en consecuencia, una recaudación mayor.