El año acabará con 220 millones de usuarios de la nueva tecnología, de los cuales el 80 por ciento (175 millones) viven en China. En ese país, el 11% de los suscriptores de telefonía móvil usarán ya 5G a finales de diciembre.

Norteamérica terminará el año con aproximadamente el 4% de sus suscripciones móviles con 5G y Europa con alrededor del 1%.

Para 2026, Ericsson calcula que el 60% de la población mundial tendrá acceso a cobertura 5G y que las suscripciones 5G alcancen los 3.500 millones.

Los autores del informe señalan que la pandemia del Covid-19 ha acelerado la digitalización y ha aumentado la demanda de los hogares de una conectividad de banda ancha rápida y fiable en los hogares. Esto, a su vez, ha disparado el número de proveedores de servicios que ofrecen acceso inalámbrico fijo (FWA). Casi dos tercios de los proveedores de servicios tienen ahora una oferta de FWA. Se prevé que las conexiones FWA crezcan más del triple y superen los 180 millones a finales de 2026, representando una cuarta parte de todo el tráfico de datos de la red móvil.

Fredrik Jejdling, vicepresidente ejecutivo y jefe de Redes de Ericsson, explica que "este año la sociedad ha presenciado un gran salto hacia la digitalización. La pandemia ha puesto de relieve el impacto que la conectividad tiene en nuestras vidas y ha actuado como un catalizador para el cambio. Esto también se aprecia claramente en la última edición del Ericsson Mobility Report".

"El 5G está entrando en la siguiente fase, en la que nuevos dispositivos y aplicaciones aprovechan al máximo los beneficios que proporciona, mientras que los proveedores de servicios siguen desarrollando la tecnología. Las redes móviles son una infraestructura crucial en muchos aspectos de la vida cotidiana y el 5G será clave para la futura prosperidad económica".

El informe resalta que el éxito del 5G no se limitará solo a la cobertura o al número de suscripciones. Su valor también vendrá determinado por los nuevos casos de uso y sus aplicaciones, y ya están empezando a surgir los primeros.

La IoT Crítica, destinada a aplicaciones en las que el tiempo es crucial y que exigen la entrega de datos en un plazo determinado, se introducirá en las redes 5G. Las redes 5G públicas y dedicadas permitirán una amplia gama de servicios en los que el tiempo es un factor crítico para los consumidores, las empresas y las instituciones públicas de diversos sectores.

Los juegos en la nube son otra categoría de aplicaciones emergente. Las capacidades combinadas que ofrecen las redes 5G y las tecnologías de computación más novedosas permitirán que los servicios de juegos en streaming de los smartphones compitan con una calidad de experiencia (QoE) similar a la que ofrecen los ordenadores o las consolas. Se abrirá una nueva puerta a juegos innovadores e inmersivos basados en la movilidad.