Durante el debate del proyecto de Presupuestos Generales del Estado (PGE) celebrado este martes en el Pleno del Congreso de los Diputados, la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, destacó que su Ministerio, con esta decisión, “aspira a tener un mayor enfoque estratégico”.

La Secretaría de Estado de la España Global tomó el relevo del Alto Comisionado para la Marca España, un proyecto que dependía de Presidencia del Gobierno y está encuadrado en el Ministerio de Asuntos Exteriores, cuyo entonces titular, José Manuel García-Margallo, eligió como Alto Comisionado al empresario Carlos Espinosa de los Monteros.

Tras su llegada a Exteriores en 2018, Josep Borrell siempre se mostró partidario de “potenciar” y "reformar" el proyecto de Marca España dotándole de nuevas capacidades, de personal y de unas "perspectivas distintas" a aquellas con las que fue creada.

Por ello, Exteriores decidió aprovechar el relevo al frente de Marca España para reorientarla y cambiarla empezando por el nombre, que mutó al de ‘La España Global’, cuya primera titular fue Irene Lozano a quien sustituyó Manuel Muñiz.

Ahora Exteriores, según la ministra, ha decidido reforzarla presupuestariamente para “mejorar el posicionamiento de España en el mundo a través de una diplomacia económica más activa y contribuyendo a los grandes debates del futuro”.

Por su parte, la jefa de la diplomacia española explicó que el presupuesto dedicado a Exteriores está “a la altura de nuestras ambiciones y es acorde con las necesidades de nuestra acción exterior”.

Apuntó que Exteriores aspira a un presupuesto consolidado para 2021 de 1.852 millones de euros, en el que se incluyen los recursos destinados al propio Ministerio y a la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (Aecid) y al Instituto Cervantes. Todo ello representa un incremento de un 17% en comparación con el presupuesto base de 2020.

Expuso que la “columna vertebral” del presupuesto de Exteriores se asienta sobre tres ejes: la “apuesta decidida” por el multilateralismo y las alianzas regionales; el fortalecimiento de la posición internacional de España como “fuerza motora” de Europa, “actor nodal” a nivel global y puente con el Mediterráneo, Latinoamérica y África; proporcionar una “respuesta global” a retos como la pandemia del coronavirus, el cambio climático y las “grandes desigualdades”.

González Laya proclamó que la acción diplomática multilateral tendrá un “especial acento” en las cuentas públicas a través del afianzamiento de la posición española en la ONU y de la profundización en las áreas en las que España ha demostrado “liderazgo internacional”: Agenda 2030, Mujer, paz y seguridad, lucha contra el cambio climático, protección y promoción de los derechos humanos y la protección de las víctimas.

La ministra señaló como uno de los grandes hitos que permitirá el presupuesto de su departamento, gracias a los fondos europeos procedentes del fondo de recuperación de la UE, que supondrán un incremento de 128 millones de euros, el plan de digitalización que se pondrá en marcha el año próximo.

Este plan nacerá con la vocación de mejorar la atención consular al ciudadano, y de facilitar la enseñanza del español en el extranjero, la mejora energética y la sostenibilidad de los edificios. Esta iniciativa incorporará la creación de una sede electrónica para atender “de manera prioritaria y más eficaz” a los españoles que residen en el extranjero y a los nacionales que se desplazan a terceros países.

A su vez, avanzó que en 2021 Exteriores culminará su traslado a su nueva sede, sita en la madrileña plaza del Marqués de Salamanca, un edificio “adaptado a las necesidades actuales y mejor situado para una mejor atención al público”, y “verde en cuanto a su eficiencia energética”.

En lo referido a la cooperación al desarrollo, Exteriores contará con un presupuesto de 656,17 millones de euros, 293 de los cuales los gestionará la Secretaría de Estado de Cooperación Internacional, 245 millones correrán a cargo de la Aecid y 118 millones de euros estarán a cuenta del Instituto Cervantes. Todo ello representa un 19,72% de lo recogido en las cuentas públicas de 2018, un incremento que sitúa el esfuerzo en ayuda oficial al desarrollo en un 0,25% de la renta nacional bruta.

Sobre el Cervantes, expuso que la transferencia del Estado crece en 4,2 millones, lo que permitirá abrir centros en Dakar (Senegal) y Los Ángeles (EEUU).

Por último, expuso que la red exterior cuenta con 118 embajadas, 90 oficinas consulares y 10 representaciones permanentes, confirmando que en 2021 se abrirá un nuevo consulado general en la ciudad china de Chengdou.

OPOSICIÓN

Por parte de la oposición, Sergio Sayas (UPN) criticó la arbitrariedad del Gobierno a la hora de asignar los recursos destinados a Exteriores, al tiempo que Marta Martín (Ciudadanos) afeó a la ministra que, en aras de satisfacer a los independentistas, denigre al castellano.

Por su parte, Míriam Nogueras (Junts) propugnó que “cuando reparte Europa, Cataluña sale ganado”, mientras que “cuando lo hace España, hay infrafinanciación”, lo que le llevó a concluir que “objetivamente hablando, y con los números en la mano”, a Cataluña le conviene la independencia.

Tras censurar el “Estado de derecho a la española”, recomendó al Ejecutivo que siga las recomendaciones del expresidente de la Generalitat Quim Torra para pedir ayuda financiera al MEDE, ya que el “chollo del BCE no va a durar siempre”.

María Valentina Martínez Ferro (PP) manifestó que el presupuesto “daña a España y a su imagen en el exterior”, y, tras lamentar que el Gobierno “no se haya leído” las enmiendas presentadas por su partido, le afeó que dé por recibidas las partidas del fondo de recuperación de la UE a pesar de no estar aprobado todavía por la renuencia de Hungría y Polonia a aceptar la cláusula sobre el Estado de derecho, “también en entredicho en España”.

Gerardo Pisarello (Unidas Podemos) agradeció la “brega” de los países del sur de Europa para lograr el fondo de recuperación de la UE, y censuró que el PP y Ciudadanos hayan trabajado para forzar un “rescate a la griega” a España. También les trasladó que no hay mayor daño para la imagen de España que las noticias relacionadas con el rey emérito.

Alberto Asarta (Vox) dijo que es difícil de comprender el incremento presupuestario planteado por el Gobierno de coalición teniendo en cuenta la “situación actual” que atraviesa el país. Definió a las cuentas públicas como un “copia y pega” de los anteriores, y como una “excusa para pagar a los benefactores de la causa ideológica”, llegando a criticar hasta el gasto en material de oficina, cuya cuantía elevó a la categoría de “disparar con pólvora del Rey”.

Por último, Héctor Gómez Hernández (PSOE) acuso a la oposición de derechas de “soltar barbaridades tras barbaridades, y tiro porque me toca”, reprochándoles que se preocupen por la imagen de España en el exterior a pesar de ir al Consejo de Europa a “poner en cuestión que el país sea un Estado social y democrático de derecho y a denigrar en cada intervención parlamentaria” el prestigio del país en la escena internacional.