Clima
El G-20 baja por primera vez las emisiones energéticas de CO2 con políticas climáticas
- Diecinueve de los 20 países aumentaron la proporción de energías renovables en 2019, según Climate Transparency
- La inversión en combustibles fósiles para la recuperación tras el coronavirus amenaza esos progresos
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Las emisiones de dióxido de carbono (CO2) relacionadas con la energía disminuyeron el año pasado un 0,1% en los países del G-20, que agrupa a una veintena de naciones industrializadas y emergentes que aglutinan el 75% de las emisiones globales de gases de efecto invernadero, lo que ocurrió por primera vez por políticas climáticas y no por elementos externos como la crisis financiera iniciada en 2008.
Así se recoge en el informe de la organización Climate Transparency, dado a conocer este miércoles y que es el examen anual más completo de las medidas del G-20 en relación con el clima.
El informe indica que la reducción del 0,1% en 2019 se contrapone al incremento de 1,9% de 2018. Debido a la pandemia de la Covid-19, enfermedad causada por el último coronavirus, se prevé que las emisiones energéticas de CO2 sean un 7,5% más bajas a finales de este año en comparación con el anterior, con una bajada significativa en la aviación mundial.
La participación de las renovables en la generación de energía aumentó en 19 de los 20 países del G-20, hasta representar un 27% de la generación total, y se proyecta que continuará aumentando en todas las naciones y alcanzará un 28% en 2020.
El consumo de carbón disminuyó en un 2%, si bien sólo cinco miembros del G-20 han establecidos para dejarlo bajo tierra. El sector de la construcción emitió menos CO2 el año pasado (un 0,9% más) en comparación con 2018 (un 3,2% más), pero las del transporte (1,5%) y la industria (1,2%) experimentaron un crecimiento continuo en 2019.
"Antes de que golpeara la pandemia, los resultados de la acción climática estaban dando frutos en algunos sectores relacionados con la energía y la crisis consolidó esas tendencias en la mayoría de los países del G20", apuntó Jorge Villarreal, de Iniciativa Climática de México, quien advirtió: "Sin más acciones climáticas, estos efectos serán temporales y las concentraciones de CO2 en la atmósfera seguirán aumentando. Las decisiones políticas en los próximos meses determinarán si los países del G20 lograrán doblar de manera sostenible la curva de emisiones".
COVID-19
Las principales economías del mundo preparan millones de euros para paquetes de recuperación por la crisis del coronavirus y una parte significativa se destinará a industrias de combustibles fósiles (carbón, gas y petróleo) sin imponer condiciones climáticas, lo que arriesga las oportunidades de impulsar las energías limpias en la próxima década, según el estudio.
Pese a que el año pasado descendieron ligeramente las emisiones energéticas y se expandieron las energías renovables, los investigadores advierten de que brindar un apoyo incondicional a los combustibles fósiles ante la Covid-19 ofrece riesgos de revertir las tendencias positivas anteriores a la pandemia.
No obstante, al menos 19 de los países del G-20 han optado por dar un apoyo financiero a sus sectores nacionales de petróleo, carbón y/o gas, y 14 países rescataron a sus compañías aéreas nacionales sin condiciones climáticas adjuntas. Sólo cuatro países proporcionaron más fondos a los sectores ecológicos en comparación con las industrias de combustibles fósiles u otras industrias intensivas en emisiones.
"Los paquetes de recuperación pueden resolver la crisis climática o empeorarla", apuntó Charlene Watson, del Instituto de Desarrollo de Ultramar (ODI, por sus siglas en inglés), que subrayó: "Algunos miembros del G-20, como la UE, Francia o Alemania, está dando sobre todo un buen ejemplo para construir economías más resilientes mientras se protege contra los impactos climáticos acelerados. Otros ofrecen demasiado apoyo a los combustibles fósiles, poniendo en riesgo los recientes desarrollos positivos".
"MÁS AMBICIÓN"
Por otro lado, China, Sudáfrica, Japón y Corea del Sur son los últimos países en unirse a la carrera hacia la neutralidad climática a mediados de siglo (es decir, que las emisiones de CO2 expulsadas a la atmósfera se compensen con las que absorben sumideros naturales, como bosques y océanos). Sin embargo, las políticas e inversiones a corto plazo aún no son consistentes con los planes a largo plazo.
Esto es pese a que los fenómenos meteorológicos extremos relacionados con el clima, como olas de calor, incendios forestales e inundaciones, serán más severos en los países del G-20 a medida que el calentamiento global se acerque al límite de 1,5°C respecto a la era preindustrial. Entre los miembros del G-20, Australia, Brasil, Francia, Italia, México, Turquía, India, Arabia Saudí y Sudáfrica corren el riesgo de una mayor exposición a los impactos climáticos.
El estudio también identifica diferencias cruciales en la forma en que los gobiernos responden al desafío de la descarbonización. Por ejemplo, Japón, Francia, Reino Unido y Canadá fijaron fechas objetivo para la eliminación gradual de los coches que utilizan combustibles fósiles, mientras que la administración de Donald Trump en Estados Unidos revocó las regulaciones destinadas a reducir las emisiones del transporte.
"Necesitamos urgentemente más ambición y liderazgo de las mayores economías y emisores del mundo en la próxima Cumbre del G-20 y Conferencia de la ONU sobre el Clima del próximo año", apuntó Catrina Godinho, de la Plataforma de Gobernanza Humboldt-Viadrina, que agregó: "El resultado de las elecciones estadounidenses ofrece alguna esperanza para la política climática internacional, pero todos los países del G-20 tendrán que hacer su parte".
(SERVIMEDIA)
18 Nov 2020
MGR/gja