Religión

El presidente de los obispos pide a Sánchez una “buena política” que no deje “colarse” a los populismos

MADRID
SERVIMEDIA

El presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el cardenal arzobispo de Barcelona, Juan José Omella, aseguró este lunes que “es el momento de la unidad y la buena política” y que “no es momento de divisiones, no es momento para dejar que los brotes populistas irresponsables e ideológicos traten de colarse”.

Así lo dijo durante el que fue su primer discurso ante la Asamblea Plenaria de la Conferencia Episcopal Española (CEE) en referencia al consejo que el papa Francisco ofreció al presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, hace unas semanas durante una audencia en el Vaticano.

“Es el momento de la cohesión, de la cordialidad, de trabajar unidos, de mirar a largo plazo liberándonos del cortoplacismo de las elecciones o de la bolsa. Como dijo el papa, ‘las ideologías sectarizan, las ideologías deconstruyen la patria, no construyen’, es necesario ‘aprender de la historia’”, recalcó Omella, llamando a políticas que velen por el respeto de la persona y que trabajen por el bien común.

“Dada la situación de emergencia nacional y mundial, deberíamos evitar tensionar más la sociedad política con cuestiones que no sean prioritarias o que requieran de un debate sereno y profundo”, dijo, animando a los políticos a que se centren en “encontrar soluciones que ayuden a salir a flote a las familias que se están hundiendo, a los empresarios que no tienen más remedio que cerrar sus negocios”. “Por tanto, es conveniente evitar distracciones inútiles y polarizadoras que no conducen a la solución de la grave crisis que nos afecta”, agregó el arzobispo de Barcelona.

TRANSICIÓN

Omella, en línea con su objetivo de “tender puentes” que ya esbozó nada más ser nombrado en marzo, insistió en cuidar del “espíritu de concordia y de proyecto a largo plazo” trazado en la Transición. “Hoy es una urgencia generar espacios y actitudes de reencuentro”, aseveró.

“La mejora de nuestras instituciones no pasa por el ‘borrón y cuenta nueva’, ni por el romper radicalmente el consenso, sino por trabajar unidos para mejorar y potenciar el actual sistema democrático”, añadió.

A renglón seguido, el presidente de los obispos planteó que mejorar el sistema político y democrático “no puede pasar por las propuestas de deslegitimar y poner en peligro las instituciones básicas que han mantenido durante estas décadas aquel gran acuerdo nacional y han dado a nuestro país prosperidad y convivencia en la diversidad de sus pueblos”.

“Fuimos capaces de perdonarnos, de reconciliarnos, de programar unidos la España del futuro. Hagamos pues ahora lo mismo. No caigamos en el virus de una polarización que haga imposible tender la mano, e incluso dialogar con el que piensa diferente”, remarcó.

El discurso, que subrayó lo que ha supuesto la pandemia en distintas esferas sociales, también se refirió a otras palabras de Francisco que aseguró que con el Covid-19 “nos dimos cuenta de que estábamos en la misma barca” y que “no podemos seguir cada uno por nuestra cuenta, sino solo juntos”.

“Esta situación hace que nuestra sociedad tenga que ser operada a corazón abierto”, agregó, frente a “la tentación del ‘sálvese quien pueda’”, dijo, apelando a que la pandemia “siga abriendo nuestros ojos y nuestros corazones” y a no dejar de lado a los más desfavorecidos y “otras pandemias” como la violencia, el hambre, el racismo o la destrucción forestal de la Amazonía.

Asimismo, frente al desánimo de las malas noticias y el "espectáculo del enfrentamiento" político, propuso el antídoto de la esperanza y recomendó: "El que se ha equivocado, que pida perdón. El que ha caído en la corrupción que devuelva lo robado. En nuestro país debe haber espacio y tiempo para el arrepentimiento y para el perdón".

(SERVIMEDIA)
16 Nov 2020
AHP/pai