Mutilación genital
Un estudio concluye que más de 3.600 niñas están en riesgo de sufrir mutilación genital en España
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Más de 3.600 niñas, de 0 a 14 años, están en riesgo de sufrir mutilación genital femenina (MFG) en España, a pesar de que esta práctica es un delito, según el estudio 'La mutilación genital femenina en España', dirigido por la doctora Adriana Kaplan y realizado por la Fundación Wassu-UAB.
Esta cifra es el resultado de cruzar los datos del padrón de 2018, que dice que en España hay 15.562 niñas de entre 0 y 14 años procedentes de países donde se practica la MGF y los índices de prevalencia de esta práctica en esos países.
Barcelona es la provincia con el número estimado de niñas en riesgo más elevado de España: 746. La segunda provincia es Girona (504), seguida de Madrid (335), según el estudio que fue presentado este viernes por la Delegada del Gobierno Contra la Violencia de Género, Victoria Rosell, y la doctora Kaplan.
El estudio ha encuestado a 82 familias migrantes, residentes actualmente en Cataluña con vínculos en diferentes países africanos, principalmente en Gambia, Senegal, Guinea Conakry y Mali, entre otros. El 97% de las participantes fueron mujeres, de las cuales, el 60% había sufrido MGF y un 30% de ellas, la sufrieron entre los 0 y los tres años. El 73% de las encuestadas afirmaba conocer que la MGF es un delito dentro y fuera de España, aunque en las familias residentes, solo un 52% sabía que también era delito en el país de origen.
Dos son los factores determinantes para prevenir esta vulneración del derecho a la integración de la persona que protege la Constitución española, por una parte, el seguimiento de la sanidad pública sobre las niñas y, por otra, expedir un pasaporte o carta de prevención para que puedan protegerse ante los abuelos (sobre todo las abuelas maternas) cuando vuelven a sus países de orígen, destacó la directora del estudio.
Respecto a la relación de las mujeres, que han participado en el estudio, con los profesionales de salud en España, un 80% declara no haber tenido problemas de comunicación y al 73% de las personas encuestadas aseguró se les habían explicado los riesgos para la salud que tiene la práctica de la MGF. Además, un 66% de estos profesionales considera que su trabajo favorece el abandono de la práctica.
Sobre la calidad del servicio, el 40% de las encuestadas afirma que los/las profesionales de atención primaria le atienden sin prisas y se interesan por su vida, mientras que el 24% explica que le atienden rápido y sin mucho interés. Un 17% se siente muchas veces confundida en la consulta.
El estudio también concluye que la relación de la familia con su país de origen es "estrecha" y así, el 80% de las personas encuestadas ha regresado al país de origen alguna vez.
"La mejor fórmula es la prevención, crear una cadena de coordinación desde que la mujer se queda embarazada y sabemos que será una niña, para evitar la mutilación, desde los servicios médicos", destacó Kaplan, quien cree que en España ya no se hacen este tipo de intervenciones porque "nos enteraríamos. Hay hemorragias, absentismo escolar, anemias... Antes venían de los países de origen mujeres que hacían las mutilaciones, cobrando 10.000 pesetas, pero ahora ya no vienen", concluyó.
Victoria Rosell, por su parte, recordó que las mutilaciones genitales "violan el derecho de las niñas y de las mujeres a su integridad física y perpetua las desigualdades en el mundo. Es una violencia invisible y silenciada, a pesar de que según datos de Unicef hay 200 millones de niñas vivas que hasn sufrido esta experiencia atroz que marca sus vidas".
Mayoritariamente se practica en 30 países africanos, situados en la región subsaharianas, pero también se han detectado casos en Irán, en Europa del este y en Colombia.
(SERVIMEDIA)
13 Nov 2020
MAN/gja