Así se lo trasladó la portavoz económica del PNV en el Congreso, Idoia Sagastizabal, desde la tribuna a la ministra de Hacienda, María Jesús Montero, en la que calificó de “acto de fe presupuestaria” el proyecto de ley presentado por el Ejecutivo y para el que pide el apoyo del PNV.

“Está pidiendo un acto de fe presupuestario, porque el grueso económico está en unos fondos que no podemos discutir”, en alusión a que lo fía todo en las cuentas públicas a los fondos europeos de los que el Congreso no tendrá partida.

Así, admitió sobre medidas impositivas que les “preocupan” porque creen que “no es el mejor momento”, ya que pueden generar “un impacto negativo en la ansiada recuperación”.

En este contexto señaló la “subida del diésel”, aspecto que les “preocupa” porque se había “acordado” en las conversaciones previas “frenar esta subida” igual que el cambio del IVA en educación y sanidad privado. “Sí hablamos sobre el diésel”, reiteró, es una “promesa no cumplida que mina la confianza, pero todavía estamos a tiempo de reconducírselo”.

En esta línea, destacó que el PNV avala y apuesta por la fiscalidad verde y la convergencia con Europa, pero la fiscalidad debe ir pareja a su desarrollo en un buen momento que, a su juicio, no es el actual.

Respecto a las competencias demandadas por el PNV y que todavía no han visto su reflejo, Sagastizabal apuntó la gestión del Ingreso Mínimo Vital. Para el PNV, “no nos podemos permitir” seguir con las cuentas aprobadas por el último Gobierno del Partido Popular porque “ya no dan más de sí” y menos para afrontar la crisis económica y social derivada de la pandemia.

La aprobación de los Presupuestos “no es tarea fácil” porque requiere “un gran consenso de distintos” grupos parlamentarios presentes en un Congreso plural y donde “el partidismo y el falso patrioterismo enturbia y dificulta, si cabe mucho más, la situación creada por el Covid” y la necesidad de las nuevas cuentas.

Si bien, apuntó que el voto a favor de la tramitación de los PGE –contra las enmiendas a la totalidad- “no es más que el punto de partido” y “hoy nos falta un buen trecho para acordar” por lo que queda “dialogar mucho” para entenderse.

No obstante, Sagastizabal recogió "el guante" que le tendió la ministra en la réplica e insistió en la disponibilidad para hablar y la posibilidad de llegar a acuerdos para que, finalmente, los Presupuestos vean la luz. Así, trasladó la disposición a "resolver las discrepancias" y celebró que esté "dispuesta al debate sobre diésel" porque, insistió, "creemos que no es el momento adecuado".