Durante la rueda de prensa posterior a la Junta de Gobierno, Sanz lamentó que, debido a la situación de la pandemia, “no es aconsejable acudir al eje Colón-Atocha”, donde durante los últimos años siempre se concentraban miles de aficionados al ciclismo.

Para controlar dicho aforo y evitar aglomeraciones, el Ayuntamiento de Madrid destinará 535 agentes de la Policía Municipal, que se encargarán de las medidas de seguridad y de cortar las calles del centro durante el domingo.

La delegada de Seguridad y Emergencias señaló que el dispositivo de los policías municipales estará centrado en el mantenimiento de las medidas de seguridad, que se sumará a los habituales cierres de calles y afecciones a la movilidad.

Sanz insistió que lo más importante, además del dispositivo, es hacer un llamamiento a que los madrileños no acudan al final de La Vuelta y confió en que el año que viene se pueda acudir a animar a los ciclistas “en condiciones normales”.

En este sentido, explicó que todo el recorrido de la capital, como es habitual, se va a perimetrar con vallas, pero insistió en que “lo más importante es que este año no vayan”. “Es el mejor favor que le podemos hacer al ciclismo, que tantas alegrías nos ha dado durante muchos años”, aseveró.

Por último, la portavoz municipal confió en el “comportamiento ejemplar” que ya han demostrado los madrileños en numerosas ocasiones, como cuando apenas acudieron aficionados a la fuente de Cibeles a celebrar el título de Liga del Real Madrid o cuando se pidió a la población la semana pasada que escalonase sus visitas a los cementerios durante los tres días del Puente de Todos los Santos.