El banco explicó este martes que afronta, sin embargo, el entorno actual “con unos robustos niveles de capitalización”, ya que tiene un capital total del 16,3% y con 1.214 millones de exceso sobre los requisitos regulatorios; y con una “cómoda” posición de liquidez (ratio LTD minorista del 96,3% y 10.905 millones en activos líquidos).

Asimismo, señaló que cuenta con un ratio de morosidad del 2,6% (frente al 3,4% de septiembre del pasado año), con un nivel de adjudicados sobre balance del 0,4% y una huchas de provisiones sobre activos dudosos del 66,0%. Según Abanca, su cartera crediticia además “está bien posicionada para afrontar las consecuencias de la pandemia” gracias a su diversificación y menor exposición a sectores más vulnerables a los efectos de la pandemia.

En cuanto a la actividad, Abanca detalló que ha captado más de 40.000 nuevos clientes desde enero y su volumen de negocio aumentó un 5,7% interanual, hasta alcanzar los 89.583 millones de euros.

Por líneas de negocio, su cartera de crédito a clientes en situación normal aumentó un 7,6% interanual y se situó en 38.503 millones de euros; de los que un 45% es financiación con particulares, un 38% con empresas, el 14% con administraciones públicas y el 3% crédito promotor.

Los recursos gestionados totales con clientes ascendieron a su vez a 50.266 millones, con un aumento del 4,9% en comparación con septiembre del pasado año, gracias al empuje del 7,3% en los depósitos de clientes y del 7% en primas de seguros.

La evolución del negocio permitió que su margen de intereses creciese un 10,3% a pesar del entorno de tipos en mínimos históricos, mientras que los ingresos por prestación de servicios se incrementaron en un 19,1%, lo que resulta en un crecimiento del 12,5% del margen básico. Su margen antes de provisiones mejoró un 16,6%.

Por su parte, el ratio de eficiencia se situó en el 59% pese a elevar un 6,4% los gastos, gracias a las medidas de eficiencia implantadas y a las sinergias capturadas en las integraciones.