Así se pronunció la titular de Defensa en declaraciones a los periodistas durante la visita a la Unidad de Vigilancia Epidemiológica instalada en el Acuartelamiento de Artillería de Fuencarral, en Madrid, donde conoció ‘in situ’ las labores que realizan los rastreadores del Ejército de Tierra destinados a en la Comunidad de Madrid.

Robles reflexionó sobre la importancia de la unidad y del “trabajo en equipo” para hacer frente a la pandemia, como lo ponen de manifiesto a diario los rastreadores, que desempeñan su labor al margen de cualquier “consideración política”.

Por ello, recordó a las comunidades autónomas que Defensa ha puesto a su disposición las capacidades del Ejército, en concreto hasta 5.000 rastreadores “preparados con absoluta eficacia”.

La ministra aprovechó la solicitud de la Comunidad Valenciana de contar con 150 rastreadores militares más, que se sumarían a los 150 que ya están operativos, para reiterar su llamamiento a la Comunidad de Madrid, un territorio “tan importante y grande”, para que reconsidere reclamar más, puesto que los 150 de que dispone son “insuficientes”.

“No se puede regatear ningún esfuerzo en la lucha para salvar vidas humanas”, dijo.

Robles consideró que la labor de rastreo es “básica y esencial”, lo que le sirvió para reafirmar que Defensa puede “ofrecer muchos más rastreadores militares, y sería bueno para luchar contra el virus”.

La ministra también se refirió a la situación en las residencia de anciano incidiendo en que los datos de contagios en estas instalaciones son “muy preocupantes” e insistiendo en que “no nos puede volver a pasar lo mismo” que en la primera ola.

Durante su visita a la Unidad de Vigilancia Epidemiológica instalada en el Acuartelamiento de Artillería de Fuencarral, Robles conoció la sala en la que 12 de los 30 militares destinados en esta unidad realizaban las labores de rastreo establecidas por el protocolo de actuación en la Comunidad de Madrid.

Estos rastreadores del Ejército de Tierra forman parte del equipo de más 150 efectivos de las Fuerzas Armadas que están colaborando estrechamente con los servicios sanitarios madrileños para controlar la pandemia.

Durante este último mes, la Comunidad de Madrid ha asignado a esta unidad 20.000 casos positivos para efectuar las labores de seguimiento.

Tras conversar con los rastreadores sobre sus actividades, el jefe de la Unidad de Vigilancia Epidemiológica, comandante Fernando García-Reparaz Pardo explicó a la ministra cómo es la fase completa de seguimiento de un rastreo y cómo se efectúa la integración en los servicios de salud de la comunidad.

Roblés también visitó el aula donde se forman a los rastreadores y en la que personal del Ejército de Tierra adquiere los conocimientos y las habilidades oportunas para este cometido.

Los militares que reúnen el perfil para realizar estas tareas (conocimientos sanitarios previos, capacidad de comunicación y experiencia durante el primer estado de alarma), reciben formación específica sobre los siguientes aspectos: la enfermedad, la técnica del rastreo y el procedimiento para el aislamiento.

Actualmente, más de 1.900 efectivos de las Fuerzas Armadas están prestando apoyo a los servicios sanitarios de los gobiernos regionales. Al mismo tiempo, más de 5.000 militares del Ejército de Tierra, Ejército del Aire y de la Armada ya se encuentran formados y disponibles para incorporarse a la operación, en el caso de que requieran sus servicios.