Así se expresó Ábalos en el acto de puesta en servicio del tramo Zamora-Pedralba de la Pradería, el penúltimo antes de completar la línea de alta velocidad entre Madrid y Ourense, en el que el ministerio ha invertido 898 millones de euros.

De esta manera, tras la entrada en servicio de este nuevo tramo mañana de 110 kilómetros, la línea quedará pendiente de que se completen las obras de los 115 kilómetros restantes, de especial complejidad técnica, según destacó el titular de Transportes.

Por otro o lado, sostuvo que gracias a la reducción del tiempo de viaje que se obtiene con este nuevo tramo, “el tren a Galicia puede ganar ya a la carretera”, por lo que prevé que “muchos desplazamientos en automóvil van a pasar a realizarse en un transporte público más sostenible como es el tren”.

Con la puesta en servicio del nuevo tramo de 110 kilómetros de línea se reduce el tiempo de viaje con todas las capitales gallegas. En concreto, 86 minutos entre Madrid y Pontevedra, 62 minutos con Lugo, 41 minutos con Santiago de Compostela, 39 minutos con Ourense, 31 minutos con Vigo y 24 minutos con A Coruña.

Los precios se verán incrementados en una media del 5% sobre la tarifa general, para adaptarlos a las nuevas condiciones de la infraestructura por la que operan los trenes, aunque Renfe seguirá ofreciendo plazas promocionales con descuentos que van del 30% al 70%.

Desde de 2016 no se acortaban los tiempos en esta relación, cuando fruto del estreno del tramo Olmedo-Zamora, se redujeron de media entre 25 y 30 minutos, dependiendo del trayecto.

Además de la reducción de tiempos de viaje, también se incrementan los servicios hasta llegar a ocho, cuatro por sentido, con la creación de una nueva conexión entre Madrid-Santiago-Pontevedra y viceversa, que supone que Vilagarcía de Arousa cuente desde este momento con un tren Alvia directo con origen o destino en Madrid.