Lo dijo el portavoz de Sanidad de Vox en el Congreso de los Diputados, Juan Luis Steegmann, en respuesta al ministro, encargado de informar a la Cámara de la declaración del estado de alarma en Madrid.

Steegmann alertó a Illa de que “ha probado la ambrosía de los dictadores”, compuesta a partes iguales de arbitrariedad y de retroactividad. “No caiga en esa tentación”, le pidió. “Deje de asesorar al tirano, dimita, aplíquese la medicina de humildad que nos recomienda todos los días a los demás, coja el petate y váyase a la bella Barcelona, invite a sus compañeros del banco azul, váyanse todos y no se olvide del señor del globo. Usted saldrá ganando y España saldrá de la UCI. Ya la cuidaremos nosotros, pierda cuidado, va a mejorar”, le dijo.

El portavoz de Vox comenzó su intervención en la tribuna del Congreso mostrando a Illa cómo guardar la mascarilla y preguntándose “qué enseñanzas podemos recibir si lo primero que hace el ministro es no saber usar correctamente la mascarilla”.

Acusó a Illa de “amenazar con un estado de alarma para toda la nación”, dejando claro que “encerrarnos” es “lo único que sabe hacer” para luchar contra la pandemia. Acusó también al ministro del Interior, Fernando Grande Marlaska, de adelantarse en la declaración del “estado policial” varias horas antes de publicarse el estado de alarma en el BOE.

“Típico de los comunistas, el muro para no salir”, aseguró. “Faltan los perros, falta el alambre de espino. Me llamarán fascista, me da igual, no lo soy ni lo es Vox”, prosiguió, cuya misión es “conservar unida la patria que nos dejaron nuestros ancestros, mejorarla y dejarla en herencia a nuestros descendientes”, todo lo contrario de quienes “han puesto a un mono a deshacer el mosaico y se está comiendo las teselas”.

"UNA PLAGA PARA LA VIDA"

Steegmann aseguró que conoce a los marxistas porque lo fue a sus veinte años, y que el único que parecía socialista en aquel momento en la Faculta de Medicina de la Universidad Complutense de Madrid “era de la brigada político social”. “No presuman de luchadores por la libertad”, dijo a los diputados del PSOE, porque “en la época de Franco se tomaron vacaciones, cuarenta años”, con algunas “excepciones notables”. “De los comunistas ni hablo”, añadió, porque desde Kruschev solo hay dos motivos para serlo: “ignorancia o bellaquería”, y ahora también “ser cursi”.

Dijo a Illa que su nombre, Salvador, es “un oxímoron”, porque él “y sus cómplices son una plaga para la vida y la economía”, recurriendo únicamente al encierro de los ciudadanos con decisiones “a medida, arbitrarias, que dan vergüenza”. Emplazó por ello al Gobierno a pedir perdón “de rodillas” a los españoles, comenzando por las mujeres que se contagiaron “en el infectódromo feminista” del 8-M, que fue “el cañonazo que ha derrumbado los muros de nuestra patria”.

Denunció “la estupidez, la negligencia, la irresponsabilidad” del Gobierno, y cargó contra “la siniestra social comunista” que se opone a que el Estado financie las mascarillas, un gasto “inasumible” para muchas familias de la clase trabajadora. “Por eso, y por la mala enseñanza que les da usted”, dijo a Illa, “se están contagiando”. Steegmann dijo al ministro que el enfermo “no necesita amputación sino cirugía vascular”, y le pidió por ello su dimisión y la de todo el Gobierno.