Así lo aseguró coincidiendo con la celebración de la Jornada Mundial por el Trabajo Decente, durante la presentación en Madrid de su ‘Informe de Economía Solidaria 2019’ y una nueva entrega de la serie ‘Focus’ de la Fundación Foessa con el título ‘Vulneración de derechos: Trabajo decente’.

Peiro también revindicó al Ejecutivo que, para posibilitarlo, “no se acuda a anteriores recetas de crear empleo de cualquier manera, que no curan las necesidades básicas de las personas”.

A este respecto, la responsable de la organización católica, subrayó que Cáritas trabaja “para ser testimonio de que es posible una economía centrada en las personas”. “Apostamos por un modelo que recupere a la economía como herramienta de organización de los recursos, al servicio de todas las personas”, dijo.

De hecho, según los datos presentados este miércoles Cáritas ayudó a 15.368 personas a encontrar trabajo en 2019 en “un mercado laboral inestable y precario” en el que la mitad de los trabajadores tiene una jornada parcial indeseada.

“Proteger el derecho al trabajo decente precisa de un cambio de paradigma, pensar el trabajo desde las personas y no desde la dimensión puramente productiva y económica”, añadió.

En este punto, agregó, “las empresas cumplen una labor social, han de ser como agentes que cuidan a la sociedad a la que pertenecen, es la única manera para generar riqueza y valor social”, pero también apeló a la responsabilidad de los ciudadanos como consumidores, para fomentar un modelo de economía “centrado en las personas”. “Tenemos que cargarnos en el hombro los unos a los otros”, añadió.

En la rueda de prensa Natalia Peiro estuvo acompañada por Raúl Flores, coordinador de Estudios y secretario técnico de Foessa, y Francisco Lorenzo, director de Acción Social.

TRABAJO DECENTE

El ‘Focus’ de Foessa sobre vulneración de derechos en el ámbito laboral analiza en qué medida la alerta sobre el aumento de la precariedad y la inseguridad laboral se está asentando en el mercado de trabajo y provocando, en palabras de Raúl Flores, que “una parte de los trabajadores se vean privados sistemáticamente del derecho a un trabajo decente”, denuncia que argumentó en que el trabajo indefinido y a tiempo completo es “una quimera” para cerca de cuatro de cada diez trabajadores (34,6%); que el 13,5% de la población tiene una jornada laboral a tiempo parcial y casi la mitad de ellos, el 48,1%, sufren la parcialidad indeseada; o que la temporalidad en las contrataciones y la corta duración estas es otra de las realidades que azota al mercado.

Por ejemplo, subrayó, en este pasado mes de agosto sólo un 8,6% de los nuevos contratos fueron indefinidos, mientras que los temporales alcanzaron el 56,3% del total firmados en ese mes y, de ellos, casi cuatro de cada diez, el 37,8%, tuvieron una duración inferior a siete días.

Asimismo, la inestabilidad laboral grave alcanza a 7,8 millones de personas que viven en hogares donde su sustentador principal mantiene una relación muy insegura con el empleo, realidad que afecta al 16,4% de las familias.

Los problemas de muchas personas para pagarse una vivienda digna o los suministros de agua y luz, y la situación de las mujeres, especialmente de cuidadoras y empleadas del hogar son otras de las realidades que subraya Foessa.

15.000 EMPLEOS

En este contexto, Francisco Lorenzo expuso la labor de Cáritas con los trabajadores más vulnerables y subrayó que en 2019, de las 78.976 personas que han participado en programas de empleo, 15.368 han encontrado trabajo.

La organización también promueve iniciativas capaces de generar empleo a través de las empresas de inserción, que son iniciativas sin ánimo de lucro donde más de la mitad de los trabajadores son empleos de inserción.

A fecha de hoy, Cáritas cuenta en todo el país con 73 iniciativas de economía social, que suponen un total de 1.787 puestos de trabajo. Otro ámbito estratégico de la acción de la organización en el marco de la economía solidaria es su apoyo al comercio justo, que se concreta en una red estatal integrada por 33 tiendas y 114 puntos de venta, que el año pasado facturaron casi 582.000 euros. Todo este trabajo a favor de la creación de empleo decente se apoya en el compromiso activo de 3.184 voluntarios y 984 contratados.

En términos económicos, la inversión total destinada por las 70 Cáritas Diocesanas de toda España a sus recursos y proyectos de empleo y economía social en 2019 fue de 45,8 millones de euros.

El director de Acción Social de Cáritas prefirió “no hablar de gasto, sino de inversión”. “No lo hacemos en términos metafóricos o poéticos sino porque para Cáritas, cada recurso invertido supone un beneficio en el medio-largo plazo: un beneficio social en términos de autoestima, reconocimiento de dignidad y acceso a derechos de las personas que acompañamos; y un beneficio económico, ya que, si los más de 31 millones de euros han servido para que 15.368 personas encuentren empleo, eso nos da una media de inversión de 2.000 euros por persona”, añadió.