Así lo dijo en la Comisión de Asuntos Económicos y Transformación Digital del Congreso de los Diputados, al que acudió para exponer el Informe Anual 2019 de la institución, donde incluyó sus recetas para encarar la crisis desatada por la pandemia del Covid-19.

El gobernador señaló que desde el Banco de España se ha valorado “positivamente” la reforma laboral de 2010 y la de 2012, pero apostilló que “lo que el Banco de España nunca ha dicho es que esa reforma laboral resolvió todos los problemas, por supuesto que no”.

En este sentido, citó el nivel de paro de larga duración y de la dualidad del mercado laboral como los problemas que “no ha resuelto”.

“No puede ser que estemos hablando permanentemente sobre esta cuestión y no hagamos nada”, se quejó el gobernador.

Subrayó que “es el momento de arriesgar” y poner en marcha medidas como la 'mochila austríaca’ o un esquema de coste de despido creciente defendidas por el Banco de España, aunque quepa la posibilidad de que no "resuelve” los retos apuntados.

“Es un problema muy serio” y “las consecuencias se han vuelto a percibir en esta crisis” al afectar los despidos en mayor medida a los trabajadores temporales, tres de cada cuatro, frente a los indefinidos, según incidió Hernández de Cos.

“El problema es tan importante para el funcionamiento de la economía que no hay ningún motivo para no tomar una decisión en este sentido”, afirmó.

PENSIONES

Por otra parte, se refirió al envejecimiento poblacional señalado por los diputados y a la vuelta a la revalorización de las pensiones con el IPC para decir que el Banco de España no se opone a subirlas con los precios, pero que, si ese es el mecanismo elegido, el gasto en pensiones se incrementará en más de tres puntos de PIB en el largo plazo y “habrá que compensarlo con algo que se lo dejo a ustedes”, entre lo que citó aumentar los ingresos del sistema o reducir los gastos alargando la edad de jubilación o tomando toda la vida laboral para calcular la pensión.

De cara a eliminar el déficit de la Seguridad Social, consideró que, si se aplican medidas como el traspaso de una serie de “gastos impropios” hacia el Estado, como pretende el Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, o se modifica el esquema de cotizaciones, se “resuelve” ese desequilibrio en las cuentas de la Seguridad Social, pero “eso significa que aumenta el déficit estructural del resto de administraciones públicas”.

En cualquier caso, pidió que el mecanismo que se elija sea “lo más automático posible” para no estar “permanentemente hablando de la reforma de las pensiones”.