En este foro informativo organizado de forma telemática por Nueva Economía Fórum, el presidente de la Fundación para el Análisis y los Estudios Sociales (FAES) consideró que “regresión es la palabra que nos debemos aplicar desgraciadamente en todos los ámbitos” en este momento en España.

“Vivimos un proceso de vuelta atrás en décadas que está afectado a la vida institucional, económica y social”, valoró Aznar, para quien ahora se está produciendo “un salto atrás de décadas” y “no solamente” a consecuencia de una “crisis sanitaria muy grave”. “Vivimos en lo político un proceso de deconstrucción constitucional e institucional”, advirtió.

A su juicio, España experimenta “unos intentos muy claros de cambio de régimen y un intento de regresión hacia los momentos más oscuros de la historia de España”. “Alejarnos de Europa, alejarnos de nuestros acuerdos básicos compartidos me preocupa extraordinariamente”, admitió el expresidente del Ejecutivo.

Según el presidente de FAES, España tiene “los mismos problemas de todas las sociedades y naciones del mundo, que son problemas muy comunes”, pero también “nuestros problemas domésticos que literalmente nos están comiendo”.

Por ello, el expresidente del Gobierno compartió su diagnóstico de que “desgraciadamente” en España hay “un estado de regresión con unas tendencias hacia el populismo y el autoritarismo extraordinariamente preocupantes”.

Llegó a decir que en la actualidad “vivimos una situación no menos trascendental y no menos históricamente importante que la que vivimos en la Transición”. “Y ahí es donde tienen que hacer las generaciones españolas actuales un grandísimo esfuerzo”, apuntó, aludiendo a trazar “pactos de generaciones que enfoquen y que miren décadas del país por delante”.

El exjefe del Ejecutivo aseguró que no cree que España “esté condenada al fracaso”, aunque tampoco “al éxito”. Eso sí, sin “pensar en un programa e idea de futuro” para promover la recuperación avisó de que “a lo mejor estamos más cerca del fracaso”.

Siguiendo este razonamiento, Aznar recordó cómo “hace tiempo” ya habló de que “en España nos podíamos encaminar hacia un cambio de régimen”. “Y desgraciadamente las circunstancias van demostrando que no me faltaba razón. Creo que vivimos en ese proceso de deconstrucción constitucional y ya no se propone una reforma constitucional, simplemente de lo que se trata es de desmantelarla”, indicó.

MONARQUÍA

Aznar enmarcó en ese proceso de dejar “inválida” la Carta Magna que hasta ministros del Ejecutivo cuestionen el modelo de monarquía parlamentaria que rige en España. “Estamos en la deslegitimación de las instituciones, estamos en la deslegitimación de la Corona y de la figura del Rey”, avisó, incidiendo en que esto es “extraordinariamente grave”.

“Detrás de eso viene todo lo demás, el cuestionamiento y la deslegitimación del sistema de la Transición”, prosiguió Aznar, alertando así de los problemas que conlleva “cuestionar el modelo de monarquía constitucional en España, base de nuestra estabilidad, la institución de la Corona y al propio rey Felipe VI”.

En este momento, enfatizó que el Rey ejerce sus funciones “con toda normalidad, con toda neutralidad y con mucha eficacia”. “Hay mucho que agradecer a lo que hace Felipe VI”, apuntaló Aznar. “Por eso se trata de acabar con ello”, opinó sobre un proceso que va “de deslegitimar lo primero para luego deconstruir todo el sistema”.

“Así se hacen las operaciones de intentar ocupar la Justicia u otras parcelas de poder”, reseñó, apuntando a que “eso es el populismo”. “España se está moviendo hacia una tentación y hacia un movimiento populista y autoritario que no se oculta”, dijo Aznar.

En esta línea, indicó que “los modelos de los que están en el Gobierno en este momento, de los radicales comunistas izquierdistas de Podemos, de los radicales separatistas, de los que consienten todo esto y lo apoyan en el PSOE son modelos que van hacia un cambio de régimen”. “Y eso se tiene que saber”, enfatizó.

“Si hay alguien que quiere cambiar el sistema, va a actuar para cambiar el sistema”, ratificó, al tiempo que llamó a “meditar mucho” sobre estas cuestiones porque la actual circunstancia política “no es menos trascendente que la Transición” cuando “nos estamos jugando nuestro régimen de libertades y nuestro régimen constitucional en España”.

Finalmente, sin entrar en “movimientos tácticos” en Cataluña, sí valoró que “lo que se pretende hacer es legitimar el proceso establecido en Cataluña”. En este ámbito, sentenció que “es absolutamente inaceptable” que se hable de indultos y de “la situación penal de los procesados por un golpe de Estado en España”.