Los dos, que estaban citados para declarar en el Supremo, llegaron juntos media hora antes de la citación para declarar. Valdés es aforado, razón por la cual declaró como investigado en el Tribunal Supremo. Su esposa prestó declaración como testigo.

Fuentes presentes en la declaración aseguraron que los dos ofrecieron una versión similar de lo sucedido ese día de agosto, en el que discutieron en el balcón de su vivienda y los gritos fueron escuchados por varios testigos que se encontraban en un parque cercano. Ellos fueron los que llamaron a la Policía.

El matrimonio ha negado con rotundidad que hubiera violencia física o psíquica entre ambos y explicaron que se trató de una discusión “normal” de pareja. También estaban citados este jueves, los dos testigos que alertaron a las Fuerzas de Seguridad, los agentes de Policía Local y la Guardia Civil que detuvieron al magistrado y los servicios sanitarios del Summa que acudieron al domicilio. Valdés tiene ahora 75 años y se encuentra de baja médica, llegando a estar ingresado recientemente.