El segundo trimestre coincidió en gran medida con el periodo de estado de alarma. Con la declaración el 14 de marzo de esta situación excepcional se limitó la libertad de circulación de personas, algo que se mantuvo hasta el 4 de mayo, cuando comenzó la desescalada. El 21 de junio finalizó el estado de alarma y se permitió la movilidad de la población por todo el territorio nacional.

El turismo al extranjero resultó el más afectado en el trimestre, con tasas del -96,8% en viajes, del -93,1% en pernoctaciones y del -95,3% en gasto.

La caída de los viajes se distribuyó mensualmente de la siguiente forma: -97,1% en abril, -88,1% en mayo y -61,8% en junio.

La duración media de los viajes aumentó un 30,5% debido, principalmente, a la subida en vivienda en propiedad (+73,8%).

Los viajes de visitas a familiares o amigos, que son el motivo principal del 44,3% de los que se realizan en el segundo trimestre, se reducen un 75,0%. Por su parte, los viajes de ocio, recreo y vacaciones, que representan el 35,9% del total, registran un descenso anual del 88,0%. De la misma manera, los viajes de negocios y otros motivos profesionales y los de por otros motivos bajan un 76,3% y un 76,0%, respectivamente.

Los viajes por tratamiento de salud representaron el 3,5% del total, frente al 1,1% del mismo trimestre de 2019. Los realizados por desplazamiento al centro de trabajo, el 9,4%, frente al 4,0%.

El 90,0% de los viajes se realizaron en vehículo propio, frente al 74,9% del mismo trimestre de 2019. El transporte aéreo se utilizó en el 2,1%, frente al 11,7% del año pasado.

ASTURIANOS Y NAVARROS

Las pernoctaciones en alojamientos de no mercado alcanzaron el 76,0% del total, frente al 52,6% de 2019. Las hoteleras bajaron hasta el 5,4%, desde el 28,2% del año pasado.

El excursionismo disminuyó un 67,2% en el segundo trimestre, con caídas mensuales de un 96,8% en abril, un 78,1% en mayo y de un 26,6% en junio.

Las principales comunidades de destino de los viajes de residentes en el segundo trimestre son Andalucía (21,9% del total), Cataluña (14,0%) y Comunitat Valenciana (10,8%). Si se relacionan los viajes internos con la población de destino, el fenómeno viajero tiene más intensidad en Castilla y León (con 302 viajes por cada 1.000 habitantes), Castilla-La Mancha (292) y Comunidad Foral de Navarra (288).

Eliminando el efecto del tamaño de cada comunidad, los más viajeros son los residentes en Principado de Asturias (267 viajes por cada 1.000 habitantes), Comunidad Foral de Navarra (255) y La Rioja (227). Por el contrario, los menos viajeros son los residentes en Extremadura (119 viajes por cada 1.000 habitantes), Galicia (136) e Illes Balears (154).