Así lo estableció en rueda de prensa la portavoz y secretaria general adjunta de ERC, Marta Vilalta, quien distinguió entre estos dos enfoques. Por un lado, dar la bienvenida a una reforma de la sedición que serviría, desde su punto de vista, “para democratizar el Estado” y defender los derechos fundamentales, no de los independentistas, sino de cualquier participante en una manifestación de cualquier índole.

Es decir, es “una reforma que puede ser necesaria”. Pero, por otro lado, puntualizó que esta reforma que estudia el Ministerio de Justicia “no es una propuesta que sirva para solucionar la represión y la causa general contra el independentismo”, sino que la única que aceptaría es la amnistía, cuya aprobación considera que es “una cuestión de voluntad política”.