Así lo apuntó en una entrevista concedida a Servimedia en la que demandó “tolerancia cero” con las ocupaciones, porque “estamos hablando de un principio fundamental, que es el derecho a la propiedad privada, el derecho a que cada español pueda preservar su casa y de que se le metan dentro unos delincuentes que son okupas”.

Además, aseguró que en la mayoría de los casos los okupas “vienen controlados por mafias de ocupación y apoyados por asociaciones y partidos políticos, como es el caso, por ejemplo, de la actual alcaldesa de Barcelona, Ada Colau”.

Ante esta situación, Ortega Smith apostó por la “patada en el culo en 24 horas”, porque “no hay connivencia posible” y “la ley no puede ser el parapeto de quienes cometen ilegalidades”.

Por tanto, continuó, “propietario que confirme ante la policía y a través del Registro de la Propiedad la titularidad de su vivienda y que quede acreditado que hay un propietario legítimo que ha sido privado de su propiedad, inmediatamente intervención de la policía”.

Además, pidió que se saque a los okupas “por las buenas o por las malas, con el uso legítimo de la fuerza” por la Policía o la Guardia Civil y que pasen a disposición judicial por delitos bien de usurpación o bien de allanamiento de morada, en función de que hablemos de una propiedad que sea el domicilio habitual o que no lo sea”.

El secretario general de Vox insistió en el delito y la puesta a disposición judicial y reiteró que la propiedad sea devuelta a sus dueños inmediatamente. “Eso se llama Estado de Derecho, legalidad y derecho fundamental a la propiedad privada”, aseveró.

DEVOLUCIÓN DE MENAS

Ante las denuncias de los vecinos de Batán y Casa de Campo por el incremento de la delincuencia y la conflictividad por la presencia de menas en sus barrios, el portavoz del Grupo Municipal de Vox pidió la “devolución inmediata a sus países de origen”.

Ortega Smith comentó que “no tiene ninguna justificación que España esté siendo el país de acogida de la irresponsabilidad de otros estados que abandonan a sus menores, que les permiten salir desde sus costas a través de las organizaciones mafiosas y que terminan abandonando a sus menores en países extranjeros”.

Además, añadió que, desgraciadamente, esos menores, “con todo lo que significa de tragedia humana, terminan abocados en manos de las mafias, de la droga, de la prostitución, de la violencia, vagando por las ciudades y los pueblos de España, creando serios problemas de seguridad”.

Por tanto, indicó que la solución consiste en que “España debe reforzar sus fronteras y debe dejarle muy claro a todos los países de origen de los menas que no va a aceptar que se laven las manos, que son sus menores o sus nacionales y que deben ser ellos los que se hagan cargo de la situación de esos menores”.

Por supuesto, explicó Ortega Smith, el principio de solidaridad internacional que ha mantenido España “nos llevaría a apoyar en origen la situación de esos menores”, pero “nunca aceptando que la responsabilidad de la educación, de la salud, del alojamiento y de la manutención de los menores de otros países”.