Lo hizo en un encuentro telemático organizado por Nueva Economía Fórum en el que reflexionó sobre el apoyo que las Fuerzas Armadas prestan al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y acerca del papel que éstas jugarán en el futuro del país caribeño.

Guaidó explicó que los militares son uno de los sectores de la sociedad más directamente afectados por las consecuencias de la gestión perniciosa que Maduro realiza en el país caribeño.

Esto le sirvió para presentar a un estamento castrense dividido en su adicción a la figura del presidente venezolano: por un lado, estaría la cúpula, “muy comprometida” con Maduro gracias a las prebendas económicas de las que disfrutarían y la tolerancia de éste hacia prácticas de dudosa legalidad cometidas por algunos oficiales; mientras que, por otro lado, se encontraría el grueso de la tropa, que sufriría las mismas privaciones que el conjunto de la sociedad del país.

Desde esta visión, aseveró que “no hay un respaldo absoluto de las Fuerzas Armadas a Maduro”. Guaidó manifestó también que el papel del Ejército en el futuro de Venezuela es un “factor a tener en cuenta”, lo que le permitió elucubrar sobre la conveniencia de que los militares se formen debidamente, “tenga una remuneración justa” y “sean parte de la transición como ocurrió en 1958”, tras el derrocamiento de la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez. “No habrá transición en contra de las Fuerzas Armadas en Venezuela”, remachó.