Según informó Defensa, la ministra y la delegación parlamentaria estuvieron acompañados por el jefe de Estado Mayor del Ejército de Tierra (Jeme), general, Francisco Javier Varela, quienes a su llegada fueron recibidos por el presidente del Principado de Asturias, Adrián Barbón; la delegada del Gobierno, Delia Losa; el director general ejecutivo de Santa Bárbara Sistemas, Juan Escriña, y el alcalde de Oviedo, Alfredo Canteli, entre otras autoridades.

Robles puso de manifiesto que este programa “es una apuesta clara por unas Fuerzas Armadas modernas, preparadas y competitivas que cumplan con su misión de velar por la paz, la libertad y la seguridad en el mundo, para lo que hacen falta instrumentos tan importantes como los que se van a construir aquí”.

También destacó que su puesta en marcha “ha sido un proceso largo”, pero que gracias al diálogo y el entendimiento “podemos decir que estamos dando un paso muy importante para el Ejército de Tierra, para la industria española y para la industria de Asturias”.

Por su parte, Barbón, manifestó que “este era un día largamente esperado en Asturias, en el que se visualiza la firma de un importante contrato a nivel global que supone una inversión superior a los 2.100 millones de euros”.

Escriñá adujo que “esta fábrica es pieza imprescindible de la historia industrial de Asturias y de todos los programas de vehículos blindados de alta protección de Santa Bárbara Sistemas y está posicionada como referente tecnológico en sistemas de protección y movilidad de altas prestaciones”.

Tras una presentación de las capacidades y tecnologías de la fábrica, la delegación de Defensa fue informada sobre los protocolos de seguridad y las medidas de protección relacionadas con la pandemia que se han implantado en los espacios de trabajo de esta factoría.

Posteriormente, visitaron las instalaciones de la fábrica, comprobando de primera mano las tareas que se ejecutan en los talleres de mecanizado, el de corte, pintura y ensamblaje, y en el robotizado de soldadura.

A su vez, conocieron el funcionamiento de las líneas de montaje que se dedicarán al programa del 8x8, el ensamblaje interno y externo de los elementos principales de la estructura de estos vehículos (barcazas, escotillas, puertas, rejillas, paneles) y el procedimiento para la instalación de los revestimientos de protección.

Desde esta planta, las barcazas mecanizadas y pintadas se enviarán a la fábrica de Santa Bárbara de Alcalá de Guadaira (Sevilla) para continuar con la integración final de todos los sistemas que conforman los vehículos.

La producción de la primera fase del programa supondrá para esta empresa más de tres millones de horas de trabajo en sus instalaciones de Madrid, Sevilla y Asturias. En concreto, en la localidad de Trubia este contrato requerirá cerca de 900 puestos de trabajo directos hasta el año 2023, además de otros 4.500 empleos indirectos.