Feijóo tomó posesión de su cargo en una ceremonia celebrada en el Parlamento de Galici que estuvo marcada por el cumplimiento de un protocolo estricto revisado por las autoridades sanitarias como consecuencia de la pandemia, como lo atestiguó la distancia social entre los asistentes, el uso de mascarillas y la reducción de aforo.

Lo hizo acompañado de la ministra de Política Territorial y Función Pública, Carolina Darias; el presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla; el de Castilla y León, Alfonso Fernández Mañueco; y la de Madrid, Isabel Díaz Ayuso; el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy; la vicepresidenta del Congreso de los Diputados, Ana Pastor; el presidente del Parlamento de Galicia, Miguel Ángel Santalices; y el presidente del PP, Pablo Casado, entre otras autoridades.

El acto comenzó con la entrada en la sala habilitada para la toma de posesión acompañado de Darias y Santalices al son de las gaitas de la Real Banda de Gaitas de la Diputación de Orense.

Tras la lectura por parte del presidente del Parlamento gallego del real decreto por el que se nombra a Feijóo presidente de la Xunta, éste prometió su cargo y leyó un discurso que tuvo que interrumpir en algunas ocasiones al cortársele la voz por la emoción y en el que intercaló el uso del gallego y del español.

Durante su alocución, el recién investido presidente de la Xunta por cuarta vez consecutiva destacó que se viven “tiempos difíciles” que exigen “distancia física para combatir la pandemia” y “proximidad entre los ciudadanos y sus administraciones”.

Luego de elogiar a la democracia y al autogobierno como “herramientas útiles de participación” en este “momento crucial”, hizo una defensa cerrada de la “moderación” y de la “estabilidad”, atributos que vinculó con el acervo común de los gallegos, para hacer frente a la pandemia.

“Cuando se abandona la moderación las comunidades políticas se debilitan y se pierde sintonía entre los ciudadanos y las administraciones”, propugnó.

Abundó en el hecho de que el sistema parlamentario y el autonómico son “sinónimos de moderación y estabilidad”, además de “firmes garantes de la libertad, la igualdad y la fraternidad” en España.

Adujo que la pandemia ha puesto de manifiesto la “errónea concepción” que del Estado se tiene en España, ya que la cogobernanza, debería ser un rudimento habitual entre administraciones y no un postizo derivado de una situación excepcional.

España, dijo Feijóo, es un “mosaico compuesto, no un mosaico descompuesto”, y la Xunta y el Gobierno, continuó, son “dos conceptos que la Constitución no situó frente a frente, sino al lado de los ciudadanos”, como se puso de manifiesto cuando el resto de España adoptó medidas contra la pandemia que previamente habían sido puestas en marcha en Galicia.

Agradeció al Gobierno y a su presidente, Pedro Sánchez, su felicitación y su voluntad de cooperar con la Xunta, un compromiso, resaltó, que será recíproco, puesto que “la colaboración, que siempre es necesaria, es imprescindible ahora. La Xunta será leal y colaboradora”.

Por último, constató que la pandemia ha hecho de la incertidumbre un elemento cotidiano que hace que únicamente se pueda hablar del futuro a partir de previsiones, una reflexión que le sirvió para dejar claro que Galicia tiende su mano y siente como propio todo aquello que sucede en el resto de España.

“Galicia responde ante las adversidades como la gran familia que somos. Más pronto que tarde se vivirá la normalidad sin adjetivos que todos merecemos, concluyó.

El acto de toma de posesión de Feijóo se clausuró con el himno de Galicia: ‘Os Pinos’ (Los Pinos, en español).

Alberto Núñez Feijóo inició este sábado su cuarto mandato consecutivo con mayoría absoluta al frente de Galicia, tras haber sido investido este jueves en el Parlamento gallego con 42 votos a favor y 33 en contra.