En una reunión entre organizaciones civiles y la Secretaría de Estado, la sociedad médica propuso reforzar la coordinación entre servicios sociales y sanitarios, que se elaboren planes de contingencia, aumentar la participación de residentes y cuidadores e incrementar el ratio de profesionales.

Entre las muchas medidas, los geriatras sugirieron que los planes de las residencias consideren el incremento de programas de actividad física, ocupacional, psicológica y relacional durante los periodos de cierre de las residencias a las visitas del exterior.

Y es que, al cerrar las residencias a visitas y salidas al exterior, los profesionales auguran un incremento de los síndromes geriátricos, los trastornos del comportamiento en personas con demencia, la depresión y ansiedad y la pérdida de movilidad y autoestima.

El presidente de la organización de geriatras, José Augusto García Navarro, agradeció a Ignacio Álvarez la posibilidad de ofrecer la “visión especializada” de los médicos especialistas para los documentos y protocolos que se trabajan entre el Ministerio de Derechos Sociales y Agenda 2030 y las comunidades autónomas.

A juicio de los geriatras, es preciso reforzar los programas de formación en la utilización de equipos de protección individual (EPIs), en la sectorización de las residencias de mayores y en el manejo básico de síndromes geriátricos por parte de los equipos de enfermería de todos los centros.

Y es que el coronavirus “nos ha enseñado que la afectación en residencias de mayores puede tener una extensión rapidísima en las mismas”, por lo que se necesita “la actuación de equipos clínicos de forma muy intensa, al ser necesaria la valoración individualizada de personas vulnerables, con alta carga de enfermedades crónicas y complejidad”.

Asimismo, los profesionales de la SEGG demandaron un refuerzo de los equipos de atención primaria para que puedan prestar atención individualizada cuando se detecten casos, así como de los equipos clínicos de las residencias que dispongan de ellos.

Además, explicaron que las comunidades autónomas que han establecido “geriatría de enlace” entre hospitales y residencias “han posibilitado un tratamiento individualizado para estas personas tan vulnerables y complejas”.

Los geriatras también trasladaron al Gobierno que la sectorización de las residencias siempre debe ser “supervisada y aprobada por los servicios de salud pública y, siempre que sea posible, con supervisión ‘in situ’”.

Entre las principales demandas de estos facultativos también se encuentra reducir la ratio de residentes por profesional. “Las medidas de protección (circuitos y equipos de protección individual) exigen más tiempo y hay que favorecer el incremento de ratios de profesionales”, explicaron.

Por tanto, desde la sociedad de geriatras solicitaron al Ministerio y a las regiones que sean “muy sensibles a los incrementos de coste que estos refuerzos de personal representarán y que atiendan a los mismos para que no representen una dificultad añadida en la lucha” contra el coronavirus.