Así lo aseguró este miércoles el portavoz del BNG en el Congreso, Néstor Rego, quien sostuvo que esta resolución judicial abre “la perspectiva de que definitivamente se cierre un contencioso que, a nuestro juicio, nunca debió llegar aquí”.

Rego afirmó que “45 años después de la muerte del dictador, esa propiedad continúa en manos de su familia”, a pesar de esta titularidad “deriva de una doble apropiación indebida”.

Sostuvo que la primera apropiación indebida se produjo en 1938 “en plena Guerra Civil con grupos fascistas, falangistas, pistola al cinto, recorriendo las casas para exigir la contribución a las familias para el regalo del Pazos de Meirás al jefe del Estado”.

Añadió que, a su entender, la segunda ilegalidad se produjo en 1941, cuando el pazo ahora en disputa fue regalado a Franco en calidad de jefe del Estado y pasó a estar registrado “forma irregular” por el dictador.