Esos datos, analizados por Servimedia, indican que entre el 22 de junio y el pasado 16 de agosto se quemaron 14.532,64 hectáreas, cuando la media del último decenio es de 28.946,04 hectáreas.

Este año está siendo el quinto mejor de la década, sólo por detrás de 2018 (7.139,63 hectáreas), 2014 (9.634,45), 2010 (12.612,92) y 2011 (12.877,08).

Los peores son 2012 (95.626,29), 2015 (51.155,22) y 2017 (31.806,58), que son los únicos con más superficie quemada respecto de la media del decenio.

Por otro lado, este verano se han detectado 2.521 siniestros forestales (tanto incendios como conatos), lo que supone 178 menos que el promedio del último decenio.

Los años con menos siniestros veraniegos de la década en la primera mitad del verano son 2018 (1.555), 2014 (1.767) y 2019 (2.172). Y los que más, 2011 (3.637), 2015 (3.443) y 2010 (3.101).

Respecto a los grandes incendios forestales, que arrasan al menos 500 hectáreas, este verano se han declarado cuatro entre el 22 de junio y el 16 de agosto, cuando la media de la década es de siete.