Ese episodio cálido comenzó este martes y, según añadió Rubén del Campo, portavoz de la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), las características principales de la masa de aire africano son "su elevada temperatura y su bajo contenido de humedad". Vientos intensos del este son los responsables de su llegada al archipiélago canario.

"Los efectos de esta masa de aire cálido se notan más en las denominadas medianías, es decir, aquellas zonas del interior de las islas situadas a partir de unos 200 o 300 metros de altitud. En zonas costeras, sobre todo del norte, continúa el régimen de alisios, algo debilitados eso sí; son vientos frescos y húmedos procedentes del nordeste, que hace que por esas zonas costeras del norte las temperaturas se mantengan en valores suaves. No obstante, en el resto de costas el calor será también protagonista", apuntó.

En estas situaciones meteorológicas, los fenómenos locales adquieren "un gran protagonismo en Canarias" dado que "el relieve de las islas está salpicado de montañas y barrancos", y la canalización del aire hace que se caliente más en su descenso por los barrancos, lo cual provoca subidas térmicas incluso de madrugada.

Por ejemplo, Pájara (en la isla de Fuerteventura) registró 39,4 grados a las 6.40 de este miércoles y Maspalomas (Gran Canaria) estuvo a 38,7 grados a las 7.00 horas. "En algunas estaciones de las islas, además, no se había bajado de los 30 grados en toda la noche", añadió Del Campo.

AVISO ROJO

Por tanto, la Aemet ha activado el aviso rojo por riesgo extremo de altas temperaturas este miércoles y este jueves en la mayor parte de Gran Canaria y la totalidad de las islas de Lanzarote y Fuerteventura, ya que superarán los 40 grados y en medianías no se bajará de los 30 por la noche, especialmente en el sur de Gran Canaria.

En las islas occidentales (Tenerife, La Gomera, La Palma y El Hierro) los avisos actualmente son de nivel naranja (riesgo importante) porque se prevén 37 o 38 grados y puntualmente podrían alcanzarse los 40; allí, las mínimas se situarán entre los 25 y los 30 grados.

Otro aspecto destacable estos días en Canarias será el viento, que soplará del nordeste en zonas costeras y del este en medianías. Ello, junto a la baja humedad y el calor, dará lugar a un riesgo extremo de incendios.

Como el viento procede del continente africano, habrá polvo en suspensión o calima, que reducirá la visibilidad en el archipiélago a menos de cinco kilómetros en algunas zonas. Este fenómeno será más propio de zonas altas que de lugares costeros.

PENÍNSULA Y BALEARES

Por otro lado, Del Campo subrayó que el miércoles y el jueves serán jornadas "bastante calurosas" en la península y Baleares, con temperaturas superiores a los 36 grados en la cuenca del Ebro y el interior de Mallorca, a los 38 grados en el centro y sur de la península e interior de las comunidades levantinas, y a los 40 grados en el valle del Guadalquivir, sobre todo en la Campiña cordobesa y sevillana.

"A partir del viernes, la llegada de una masa de aire frío de latitudes altas provocará un importante descenso térmico en la mayor parte del país, también en Canarias, donde se volverá a los valores propios de la época. En el norte y centro peninsular, tras este descenso térmico que entre el jueves y el sábado será de unos 10 a 15 grados, el ambiente será más otoñal que veraniego", apuntó Del Campo.

Además, lloverá en el Cantábrico, donde en su parte oriental podrá hacerlo persistentemente, y en Pirineos, otras zonas de Cataluña y Aragón y norte de la Comunidad Valenciana puede haber chubascos fuertes acompañados de granizo, que el sábado se extenderían a Baleares, el resto de la Comunidad Valenciana y puntos de Murcia y de Andalucía oriental. "Así pues, agosto se despide con un brusco cambio de tiempo", concluyó Del Campo.