Así lo desvela un estudio de la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) en colaboración con Datadista que recoge datos de infraestructuras disponibles en España para los ciclistas y completa una encuesta a más de 4.000 personas realizada el pasado otoño en Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Zaragoza, Málaga, Murcia, Palma, Las Palmas y Bilbao.

El informe destaca las “enormes diferencias” en el número de kilómetros de carril bici disponibles entre las distintas ciudades, entendiendo como tal una vía ciclista protegida y separada del resto del tráfico puesto que, mientras Madrid apenas dispone de un kilómetro de carril bici por cada 100 de vía pública abierta al tráfico, en ciudades como Bilbao, Sevilla, Valencia y Barcelona la ratio es de 15.

Esta circunstancia hace, según OCU, que los madrileños sean los menos “satisfechos” con las facilidades para usar este medio de transporte en la ciudad, con un 47 sobre 100. Solo un 14% de encuestados la utilizan al menos una vez por semana, menos de la mitad que sevillanos y valencianos.

Estos últimos son los más satisfechos entre los encuestados, con una nota de 71 sobre 100, tanto por la extensión y calidad de sus carriles bici, como por la presencia de aparcamientos específicos para asegurar la bici o el sistema público de alquiler, que tiene una ratio de 35 bicicletas por cada 10.000 habitantes, cinco veces más que Madrid.

OCU instó a los ayuntamientos a aprovechar la “oportunidad única” que ofrece la pandemia para promover el uso de la bicicleta como un medio de transporte “limpio y sostenible” y que, a su juicio, “reduce el riesgo de contagio por coronavirus”. “Es vital desarrollar una red ciclista segura que conecte entre sí toda la urbe”, advirtió.

En este punto, subrayó que, según sus cálculos, entre quienes no la utilizan en la ciudad, un 22% “lo haría si hubiera infraestructuras suficientes”.