Archivada la investigación sobre la muerte del periodista Ricardo Ortega en Haití

- Al no poderse determinar el autor de los disparos

MADRID
SERVIMEDIA

El juez de la Audiencia Nacional Eloy Velasco ha decidido archivar la causa que investigaba la muerte en Haití de Ricardo Ortega, ocurrida el 7 de marzo de 2004, al no poder determinar quien fue el autor del disparo que acabó con la vida del periodista de Antena 3.

“No apareciendo debidamente justificada la autoría del delito, procede el sobreseimiento provisional y archivo de las actuaciones”, indica el juez Velasco en un auto dictado hoy. El magistrado señala que, tras varios años de investigaciones, no existe ningún elemento que pueda servir para identificar al autor de los disparos.

Ni siquiera existen en la causa pruebas contundentes que permitan al juez decantarse definitivamente por una de las dos principales hipótesis sobre la autoría del disparo: miembros de las organizaciones de apoyo al expresidente Jean-Bertrand Aristide o militares de los Estados Unidos.

Ortega falleció el 7 de marzo de 2003 en la capital de Haití, Puerto Príncipe, al ser alcanzado por un disparo de bala cuando se refugiaba junto a otros periodistas en un callejón después que partidarios del depuesto Aristide tirotearan a la multitud que se había congregado en el centro de la ciudad para celebrar la marcha del expresidente.

En el tiroteo, en el que se vieron involucrados miembros de las Naciones Unidas, fallecieron otras cinco personas y fueron alcanzadas por disparos de bala al menos otras 26 personas.

PARTIDARIOS DE ARISTIDE

El juez de la Audiencia Nacional, si bien no se pronuncia de forma categórica, se decanta por la hipótesis que señala que fueron los conocidos como Grupos Pro Lavalas – Chimeres, partidarios de Aristide, los que efectuaron el disparo mortal.

Los funcionarios del CNI que se desplazaron a Haiti en julio de 2005 informaron de que estas organizaciones Lavalistas fueron las que atacaron con armas –algunas distribuidas por funcionarios del antiguo Gobierno de Aristide- a los manifestantes. Los agentes del servicio secreto llegaron a la conclusión que fueron estos grupos los que dispararon a la multitud en la esquina de la calle John Brown con la calle Lamarre, asesinando a siete personas, entre ellas al periodista español.

Testigos presenciales informaron además de que los disparos que acabaron con la vida de Ortega fueron realizados desde el tejado de un edificio cercano por miembros de estos grupos Pro Lavalas, quienes habían apostado francotiradores por la zona. Entre los testimonios destaca el prestado por el periodista estadounidense Michael Laughlin, quien dijo estar “completamente seguro” de que a él, que se encontraba junto a Ortega, le dispararon miembros de los Lavalas.

MILITARES DE EEUU

Otros tres testigos aseguraron en cambio que momentos antes de que se produjeran los diparos pasaron por delante del callejón en el que se refugiaba Ortega tres vehículos blindados de Estados Unidos que circulaban bajo la bandera de la misión de la ONU (Minustah). Uno de los testigos aseguró que el último de los vehículos volvió su arma hacia el callejon y “disparó indiscriminadamente”.

El juez de instrucción del Tribunal de Primera Instancia de Puerto Príncipe Bernard Saint-Vil, que se encargó de la investigación en Haití, aseguró en un auto dictado el 4 de abril de 2008 que había quedado probado que fueron militares extranjeros –sin determinar su nacionalidad- los responsables de la muerte del periodista de Antena 3. Aún así, el magistrado haitiano decretó el archivo de la causa, momento en el que la Audiencia Nacional decidió hacerse cargo de la investigación.

Pero Velasco resta credibilidad a esta versión de los hechos. El magistrado subraya que la altura del portón que cerraba la entrada al callejón donde se encontraba Ortega ronda los dos metros y que los blindados que EEUU envió a Haití tenían unos dos metros y medio de alto. “La disposición de la valla haría muy difícil ver, apuntar, disparar y acertar a un blanco que supuestamente estaría al otro lado de los referidos barrotes”, señala Velasco a la hora de poner en duda la hipótesis de que los tanques norteamericanos fueron los que dispararon contra el grupo de periodistas.

AUTOPSIAS

Las autopsias realizadas sobre el cadaver –primero en Haití y posteriormente en España tras su repatriación- han determinado que el disparo procedía “de una zona elevada situada enfrente de la víctima, posiblemente desde el edificio en construcción situado al otro lado de la calle Lamarre, o desde algún otro punto elevado situado en la zona”. Los análisis forenses, en cambio, no pudieron determinar el tipo de proyectil y, por lo tanto, no se pudo concretar cúal fue el arma homicida.

Las autopsias también confirmaron que, antes de herir mortalmente a Ortega, el proyectil rebotó en una esterilla o colchoneta colocada en el techo de un coche aparcado en el callejón justo enfrente del periodista.

El magistrado realiza asimismo en el auto dictado hoy un análisis de las distintas fotografías y grabaciones del suceso, una de ellas efectuada por el propio Ortega.

“En un edificio que hay enfrente a la puerta del callejón se observa una silueta de color negro, dando la impresión de que se trata de una persona, que sin moverse en ningún momento de su ubicación, da la sensación de que realiza unos movimientos como si portase algo que pudiera ser un arma”, señala Velasco

Con todos estos elementos, Velasco determina que la hipótesis de que el disparo fuera efectuado por los partidarios de Aristide “parece más cercana a la realidad” a la que defiende que fueron militares estadounidenses. Pero, al no poder determinar con exactitud la autoría, el magistrado ha decidido decretar el archivo de la causa.

(SERVIMEDIA)
21 Feb 2011
DCD/jrv