La actuación tuvo su origen tras sancionar los agentes a varias personas cuando portaban sustancias estupefacientes en la vía pública de El Escorial y, al ser interrogados, manifestaron haberlas adquirido en un bar de la localidad.

Tras las coincidencias en las informaciones recogidas, procedieron a realizar una inspección en materia de seguridad ciudadana en el establecimiento, a fin de comprobar si desde el interior se estuviera cometiendo algún tipo de ilícito penal.

Localizado el responsable del mismo se realizó en su presencia la citada inspección, mostrando en todo momento el mismo un alto grado de nerviosismo. Los agentes hallaron dentro de la caja registradora una báscula de precisión, en la parte del grifo de cerveza y debajo de una freidora varios trozos de una sustancia amarronada que pudiera ser hachís, y en la parte de la barra dos bolsas plásticas que contenían monodosis y que estaban listas para su distribución y venta.

Ante el fuerte olor que procedía del almacén decidieron ampliar la inspección por si ocultara más cantidad en él, encontrando los agentes en un hueco oculto tras una doble pared de pladur una bolsa plástica con una piedra marrón que pudiera ser hachís, así como un envoltorio con un polvo blanquecino que aparentaba ser cocaína.

Además, intervinieron cuchillos con restos, sustancias para la elaboración y corte, y una agenda con anotaciones manuscritas, que podrían estar relacionadas con la venta de sustancias estupefacientes.

Finalmente, se procedió a la detención del responsable del establecimiento, un varón de origen magrebí de 36 años de edad, vecino de este municipio, a quien por estos hechos se le imputa un delito contra la salud pública, por tráfico de drogas.