Según informó la Policía, también se emitirán 18 órdenes europeas de detención y entrega a los demás integrantes del entramado que actualmente no se encuentran en la isla. También se han practicado 20 registros en domicilios y establecimientos, en los que se han intervenido más de 300 objetos, como teléfonos móviles, perfumes, gafas de sol y otros efectos, algunos de ellos robados, además de ocho vehículos y numerosa documentación que está siendo analizada.

Los agentes comenzaron la investigación a raíz del aumento de denuncias relacionadas con el hurto de carteras, mochilas, tarjetas de crédito y teléfonos móviles en las principales zonas de la isla: playa de Palma, catedral, castillo de Bellver, autobuses de línea, casco antiguo de Palma, puerto de Alcudia, Paguera, puerto de Andratx, puerto de Sóller, Valldemosa o Cala Ratjada.

Se constató que los presuntos autores de estos delitos actuaban buscando recibir el menor castigo por parte de la Justicia en caso de ser detenidos, ya que empleaban la modalidad del carterista sin robar más de 400 euros y absteniéndose de recurrir a la violencia y a la intimidación.

Para ello, utilizaban las “muletas”, es decir, objetos y disfraces que disimulaban su actividad, se hacían acompañar en ocasiones por menores de edad y alternaban compinches dentro de un mismo grupo.

Finalmente, determinaron que se estaba ante una organización criminal de ámbito internacional perfectamente estructurada, jerarquizada, estable a lo largo de décadas y con la única finalidad de enriquecerse económicamente de los turistas.

Los investigados, de origen rumano, se coordinaban perfectamente para cometer los robos, intercambiarlos por dinero y enviar el mismo a su país natal. También se constató que han actuado en diversos países de Europa.

Se han podido acreditar hasta el momento el envío de más de 1,6 millones de euros en efectivo, siendo el promedio de 4.000 euros mensuales por persona. Los responsables utilizaban una empresa de paquetería específicamente para conectar vía correo España con Rumanía y enviar todo lo robado, e incluso llegar a robar "a la carta" objetos que los familiares de su país natal solicitaban a los carteristas destinados en Mallorca.

En Mallorca tenían una serie de personas fijas que informaban del turismo que llegaba a la isla. Cuando decidían actuar, los presuntos autores se reunían cada mañana en diversas zonas cercanas a los hoteles, zonas, o viviendas con el fin de planificar el día, disfrazados como turistas.

Cuando uno de sus integrantes no rendía lo suficiente, los responsables de la organización lo pasaban a hacer otras funciones como mendigar en supermercados, tocar música en semáforos e incluso ejercer la prostitución.

El pasado mes de octubre se decidió solicitar colaboración a la Policía Local de Palma, puesto que en sus dependencias también denunciaban numerosos turistas, y comenzar a realizar las investigaciones finales para posteriormente llevar a cabo la fase de ejecución del operativo.

Se ha podido demostrar un total de 23 hurtos y estafas de los implicados y 300 hechos delictivos por indicios de autoría en los últimos tres meses, no descartándose que estas cifras puedan aumentar puesto que la operación continúa abierta y no se descartan nuevas detenciones.

Tras las investigaciones oportunas, se ha podido calcular que la organización ha tenido acceso en estos diez últimos años a un total de 12,5 millones de euros aproximadamente.